Un juez procesa por homicidio imprudente a un cabo de los Bomberos por la muerte de un compañero el pasado 17 de junio de 2021 en el incendio de una nave de Vilanova i la Geltrú (Barcelona)
El titular del juzgado de instrucción número 7 de Vilanova expone en su auto la "evidente" negligencia del jefe del operativo por no comprobar que uno de los cuatro efectivos que trabajaba en las labores de extinción dentro del edificio no había regresado. En cambio, archiva la causa contra dos de los compañeros de la víctima, que le perdieron el rastro en el interior de la nave.
Responsabilidad civil
El juez concluye que el equipamiento que llevaban los Bomberos estaba en buenas condiciones, por lo que considera que la Generalitat no incurrió en responsabilidades penales. No obstante, cree que este caso debería servir para reforzar los sistemas de seguridad adicionales para los agentes.
En cambio, la Generalitat si es, según el auto, responsable civil subsidiaria del dramático suceso, por lo que da diez días a la Fiscalía para que formule su escrito de acusación, solicitando la apertura del juicio oral o bien el archivo de la causa.
La víctima se desorientó
Según el juez, el cabo "obvió" instalar en el exterior de la nave un control de acceso que permitiera conocer en todo momento el número e identidad de los bomberos que entraban y salían.
Cuatro efectivos entraron en la nave, donde la visibilidad era nula debido a la cantidad y espesor del humo, lo que obligó a los agentes a ir sujetos a una manguera, que denominan "línea de vida". Sin embargo, las condiciones eran tan "adversas" que el cabo les ordenó que salieran al exterior. Uno de los bomberos quedó en último lugar, soltó la línea y se desorientó, por lo que no encontró la salida y murió debido a una insuficiencia respiratoria.
Archiva la causa contra los compañeros
Los agentes que consiguieron salir fueron atendidos por los servicios médicos, ya que presentaban mareos y problemas de respiración. Esto, sostiene el juez en el auto, los exime de responsabilidad, ya que no estaban en condiciones de percatarse de la ausencia del cuarto compañero.
En cambio, el juez sostiene en el auto que, pese a encontrarse "en buenas condiciones psicofísicas y haber asumido la dirección y coordinación de la operación", el cabo no comprobó la ausencia del bombero que había quedado dentro de la nave antes de que acabara el periodo de 20 minutos de autonomía de las bombonas de oxígeno y cuando se dieron cuenta de su ausencia, los agentes entraron de nuevo en la nave, donde ya le encontraron muerto.
Negligencia "evidente" del cabo
Según el juez, la "negligencia" del cabo fue "evidente" en dos momentos, primero, al obviar la instalación de la mesa de control de acceso, que habría permitido saber qué bomberos estaban dentro de la nave, y después cuando no comprobó que habían salido tres de los cuatro hombres que habían entrado a pesar de que él mismo les ordenó desde dentro la evacuación.
Por el contrario, el juez remarca que, si bien es cierto que los binomios en este tipo de actuaciones tienen que ser indivisibles, la nula visibilidad y la temperatura altísima no permitieron a sus dos compañeros investigados cumplir con su deber, máximo cuando el agente que murió estaba detrás de él, fuera de su "escasísimo campo de visión".
Reforzar la seguridad
Ante este suceso, el juez sostiene que "debería servir" para "reforzar" los sistemas de seguridad adicionales con los que se equipa al cuerpo de los Bomberos. En el auto, se apunta que los agentes llevan un botón de alarma -que no consta que el bombero que falleció lo pulsara-, que no incluye el dispositivo denominado "hombre muerto", que activa un aviso para el caso de inmovilidad durante treinta segundos, lo que, "quizá, hubiera evitado el trágico desenlace" en Vilanova.
También pone de relieve que la manguera a la que se agarran los bomberos para entrar y salir en casos de dificultades de visibilidad, y que denominan "línea de vida", tampoco disponía de un sistema de aviso para el caso de que alguno de ellos la soltara.