Cada vez son más las mujeres que rechazan el uso de anticonceptivos hormonales. El miedo a los efectos secundarios de métodos como la píldora, el anillo vaginal, el parche o el DIU hormonal están haciendo disminuir su consumo en España. Los ginecólogos utilizan el término "hormonofobia" para referirse a esta tendencia. Lo definen como un temor "injustificado" a las hormonas motivado, en muchas ocasiones, por la falta de información.
Las encuestas que publica cada dos años la Sociedad Española de Contracepción (SEC) ya empiezan a reflejar tímidamente ese rechazo a este tipo de métodos. Aunque la píldora sigue siendo el anticonceptivo más utilizado -después del preservativo-, su uso ha disminuido respecto a años anteriores, sobre todo en el caso de chicas jóvenes. El dolor de cabeza, los cambios en el estado de ánimo, la disminución de la líbido o el aumento de peso son sólo algunos de los muchos efectos adversos que preocupan a las mujeres.
"Más beneficios que perjuicios"
"Los anticonceptivos hormonales tienen más beneficios que perjuicios, pero la gente sólo se queda con el aspecto negativo. Desde el punto de vista médico consideramos que esta hormonofobia no está justificada", asegura Martí Cantallops, miembro de la Sociedad Catalana de Ginecología de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña. Más allá de prevenir un embarazo no deseado, estos métodos ayudan a regular los sangrados abundantes, prevenir la anemia y el cáncer de ovario y de endometrio, entre otras cosas. "Pero de eso no se habla tanto", remarca.
El experto apunta a que la mala fama de los métodos hormonales es consecuencia de la desinformación. "Hay muchos tipos de anticonceptivos. Los ginecólogos recetamos unas pastillas u otras en función del perfil de la paciente. Si unas no sientan bien, buscaremos una alternativa". Aunque esta fobia a las hormonas por parte del paciente es "totalmente lícita", en muchas ocasiones es "infundada", insiste.
El impacto de las redes sociales
Los expertos advierten también de la ola de informaciones negativas -y no siempre ciertas- sobre los anticonceptivos hormonales que están llegando a las mujeres más jóvenes a través de las redes sociales. "Nos preocupa que muchas mujeres dejen de acceder a una anticoncepción segura y buena para ellas sólo por este miedo a las hormonas. Por eso es importante que acudan a un ginecólogo para valorar cuál es la mejor opción".
"La gente tiene una terrible hormonofobia, no quiere saber nada que tenga que ver con hormonas. Pero parece que esto sólo ocurre en el ámbito ginecológico, porque cuando van al endocrino para que les inyecten insulina no hay tanto problema y también es una hormona", explica a este medio el presidente de la Sociedad Española de Contracepción, José Cruz Quílez Conde.
Hormonas y menopausia
Las mujeres jóvenes no son las únicas que han demonizado el uso de hormonas. Tampoco son bienvenidas entre las mujeres en etapa menopáusica. De acuerdo con la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), el 20% de las mujeres menopáusicas necesita tratamiento hormonal, pero sólo el 1% lo recibe. Una de las principales barreras que obstaculizan el acceso a la terapia hormonal es el rechazo por parte de las pacientes.
“Tenemos la capacidad médica, de manera segura, de ofrecer una terapia hormonal a las mujeres menopáusicas para mejorar su calidad de vida, pero muchas no quieren iniciarla por culpa de la hormonofobia”, asegura Cantallops, que insiste de nuevo en la importancia de ofrecer información individualizada para cada caso, con sus pros y sus contras, pero nunca un consejo sesgado.
Los “métodos naturales” ganan popularidad
A raíz de esta desconfianza hacia el uso de hormonas, están ganando popularidad los llamados métodos naturales de anticoncepción. Uno de los más conocidos es Natural Cycles. Las usuarias deben medir su temperatura corporal diariamente para conocer qué días son fértiles y cuáles son “seguros” para mantener relaciones sexuales sin otro tipo de protección. La promueven algunas influencers a través de redes sociales como una opción "segura y libre de hormonas".
El problema de este tipo de métodos, aseguran los ginecólogos, es su fiabilidad. "No tendrá ningún efecto secundario, pero no es un buen método si no quieres quedarte embarazada", subraya el especialista. En cualquier caso, los profesionales insisten en que los métodos hormonales son seguros y que pueden mejorar la calidad de vida de muchas mujeres.