La Fiscalía Provincial de Barcelona ha exonerado a los dos paparazzi que asediaron a la presentadora de televisión Mariló Montero. El ministerio público no ve delito en el comportamiento de los dos reporteros que fotografiaron a la celebrity semidesnuda en Semana Santa de 2015.
Según una resolución de Fiscalía consultada por este medio, no hubo delito de descubrimiento y revelación de secretos al perseguir a Montero y tomar instantáneas de ella haciendo topless en la terraza del bungalow del hotel donde se hospedaba durante sus vacaciones. La misma instancia resuelve que "no hubo ilícito penal", por lo que apremia a cerrar el caso y a dirimirlo, si cabe, en la jurisdicción civil.
Caso civil
Pero es que en el carril civil, la expresentadora de Todo es Mentira tampoco ha tenido suerte. En 2021, sus abogados consiguieron condenar a los paparazzi Diego Arrabal y Gustavo González a pagarle una indemnización de 265.000 euros.
Fue la mayor de la historia de la prensa rosa en España, pero aquella resolución de un juzgado de Primera Instancia de Madrid la revirtió la Audiencia Provincial. Pese a ello, el caso aún no está cerrado.
Pendientes del caso penal
La magistrada de segunda instancia Juana de la Cruz detuvo el procedimiento para esperar que el juzgado número 30 de Barcelona determinara si hubo mimbres de delito penal, explicó El Español.
Pero es que ahora, esa causa ha sufrido un revés al interesar Fiscalía su sobreseimiento. Queda pendiente si el juez Roberto García se alinea con el criterio del ministerio público o la acusación particular. Salvo sorpresa, lo hará.
Semana Santa en 'topless'
El núcleo de la causa es determinar si hubo delito, por un lado, y si procede indemnizar a Montero por seguirla y fotografiarla en Maldivas y Bora Bora en las vacaciones de Semana Santa de 2015.
Lo hicieron Arrabal y González, de la agencia de paparazzi Diegus SL, que siguieron a la estrella de la televisión a Bora Bora y la cazaron en la cubierta de un yate con sus hijos. Iba ataviada con bikini. Después, persistieron y volvieron a fotografiarla, esta vez en topless, cuando se alojaba en un hotel con otra persona.