El crimen del maletero de Roses, a juicio: los compañeros de piso niegan su participación

Los dos acusados de acabar a puñaladas con la vida de su compañero de piso en Roses (Girona) y deshacerse de su cadáver ocultándolo en el maletero de su coche en abril de 2021, han negado su participación en estos hechos.

Según ha avanzado el Diari de Girona, los dos procesados han explicado ante el tribunal que el finado se dedicaba a los vuelcos --robos de droga a otros narcotraficantes-- y a la venta al menudeo de marihuana. Han añadido que, pocos días antes del hallazgo del cuerpo, dos hombres se presentaron en la casa que los tres okupaban en la urbanización del Mas Boscà y se enzarzaron en una pelea con el fallecido. Después de eso, según sus compañeros, desapareció. 

Uno de ellos, condenado por asesinato

Los hechos por los que están siendo juzgados en la Audiencia Provincial de Girona se remontan al 12 de abril del 2021, cuando el hermano del fallecido localizó el cadáver en el maletero de su coche. El cuerpo, tapado con mantas y plásticos y con signos evidentes de violencia, llevaba dos días en el interior del turismo aparcado en la calle Bernat Metge de Roses. 

Los agentes del Área de Investigación Criminal (AIC) de Girona asumieron el caso y, poco después, detuvieron a sus dos compañeros de piso como presuntos autores de estos hechos. Uno de ellos, viejo conocido de la policía, cuenta con antecedentes penales por el asesinato de Jean Edmondo Le Houezec, un joven francés de 20 años, en Empuriabrava (Girona) en 2003. De hecho, en el momento del crimen se encontraba fugado de prisión, donde cumplía 17 años de condena por estos hechos.

Hallaron huellas dactilares

Ahora, en el juicio que se celebra en Girona, uno de los acusados ha justificado la presencia de sus huellas dactilares en el coche de la víctima, donde se localizó el cadáver. El procesado ha insistido en que usó el coche de su compañero de piso para ir a comprar el pan, pero ha negado cualquier participación en el crimen. 

Sin embargo, el hermano de la víctima ha desmontado las declaraciones de los dos únicos sospechosos. Asegura que, tras dos días sin noticias de su familiar, les preguntó insistentemente por él y uno de ellos le confirmó que estaba vivo, pero que había ido al hospital porque se había fracturado la mandíbula. Una declaración que no casa con lo declarado por ellos, que expresaron que se encontraba desaparecido, probablemente, a causa de un ajuste de cuentas.