La verbena de San Juan estará marcada este año por la grave sequía que afecta a Cataluña, una situación en la que desde el Departament de Interior hacen especial énfasis. El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha remarcado en una rueda de prensa celebrada este jueves que, con este escenario y en una noche en la que el fuego cobra especial protagonismo, “no se puede bajar la guardia”. 

Pese a las lluvias de las últimas semanas, la situación de estrés hídrico no ha mejorado, especialmente en l’Empordà, Baix Empordà, interior del Ebro y el litoral de Barcelona y Tarragona, zonas en las que pide "especial prudencia" por riesgo extremo de incendio. Por eso, la Generalitat desplegará 5.600 efectivos a lo largo del territorio para garantizar la seguridad de los participantes en las celebraciones y evitar incidentes. 

El fuego, lejos de los bosques

De los 5.600 efectivos que velarán durante la madrugada del viernes al sábado por la seguridad de los catalanes, 4.500 serán Mossos d’Esquadra, de los cuales 2.500 trabajarán de forma extraordinaria. Se sumarán también 650 bomberos, de los que 150 serán voluntarios. Junto a ellos trabajarán 300 agentes rurales. En el centro del 112, en Reus, la plantilla aumentará hasta los 110 operadores durante las horas de más presión. 

En lo que respecta al riesgo de incendio, el conseller ha recordado que no está permitido hacer hogueras, correfocs ni utilizar pirotecnia sin previa autorización del Departament d'Acció Climàtica y de un informe preceptivo de los Agentes Rurales a menos de 500 metros de una masa forestal. Aunque los petardos estarán permitidos en la verbena, desde Protección Civil recomiendan a los ayuntamientos que habiliten “espacios seguros”, como plazas o descampados, para hacer uso de los mismos, no solo para evitar incendios, sino también por las molestias que puedan ocasionar a las personas sensibles al ruido.

Más de 600 controles

En lo que refiere al tráfico, Elena ha precisado que se estima que saldrán del área metropolitana unos 460.000 vehículos y la vía más congestionada, vaticina, será la AP-7. Por eso, desde Interior han adoptado una medida “novedosa” que pasa por habilitar un carril adicional entre Montornès y Girona de 53 kilómetros. En este tramo se colocarán señales cada 10 kilómetros para informar de la excepcionalidad de esta vía, en la que solo se podrá circular a un máximo de 80 kilómetros por hora. Velarán por la seguridad y tranquilidad los Mossos d'Esquadra, tanto con controles en carretera como desde el aire con un helicóptero

De Mollet a Martorell se mantendrán las medidas propias de los viernes, con los camiones circulando por la derecha y sin posibilidad de realizar adelantamientos. Al sur de la vía, se limitará también la velocidad a un máximo de 80 kilómetros por hora, dado que permite gestionar mejor el flujo de vehículos. Si en este tramo se produjera algún accidente está prevista la posibilidad de crear un carril adicional entre Sant Sadurní d'Anoia y el Vendrell. Asimismo, tanto en la AP-7 como en vías secundarias habrá más de 600 controles policiales, con especial incidencia durante la madrugada, cuando se practicarán pruebas de drogas y alcohol

En el día del año en el que más trabajadores públicos operan en Cataluña, desde el Departament de Interior hacen especial énfasis en la prevención. “Deseamos una muy buena verbena a todo el mundo: en paz, sin incidentes, sin accidentes, sin lesiones y sin incendios”, ha concluido Elena.