Pablo Giori estudió Sociología e Historia en su Argentina natal, pero sus ganas de conocer mundo y entender otras realidades lo llevaron a solicitar plaza en diversas universidades europeas que le permitieran estudiar con una beca. Fue así cómo terminó haciendo un Doctorado en historia contemporánea en la Universitat de Girona y trabajando en la elaboración del archivo del reconocido fotógrafo y publicista catalán Pere Català i Pic (Valls, 1889 - Barcelona, 1971), lo que despertó su curiosidad por la fotografía. "Me di cuenta de que para entender su obra, lo que hacía y documentaba, necesitaba ponerme a fotografiar yo también", recuerda este joven historiador y fotógrafo argentino afincado en Barcelona.
Giori es el cofundador del Festival Internacional de Fotografía Experimental de Barcelona (Experimental 23), que este año celebra su cuarta edición. El festival, que tendrá lugar entre el 19 y 23 de julio en el centre cívic Pati Llimona, el Institut d’Estudis Fotogràfics y la Nau Bostik, tiene como objetivo crear, difundir y promover la fotografía experimental en todas su formas, es decir, "todo aquello que va más allá de la fotografía entendida como una industria", explica Giori. "Diríamos que el fotógrafo experimental busca alternativas a esta industria a partir de crear sus propias cámaras, lentes y películas, de modificar la cámara o el carrete con otros materiales, o interviniendo en el resultado, sea con pintura, música u otra disciplina, o mediante técnicas digitales", aclara. Estas últimas -añade- "son las más interesantes, ya que son de las que menos sabemos".
Residencia artística
En total, hay 96 técnicas de fotografía experimental, de las cuales el festival abordará aproximadamente la mitad a través de los 55 talleres y 18 conferencias que tendrán lugar esos días, y que contarán con la participación de artistas y estudiantes de Europa, Estados Unidos y América Latina.
El evento también incluye cinco exposiciones, además de una residencia artística de creación de 10 días para diez artistas nacionales e internacionales, "donde tendrán la oportunidad de enseñarse unos a otros las técnicas", dice Giori, contento de que ya se hayan inscrito 150 participantes. Hoy en día Experimental es el único festival dedicado a fotografía experimental en Barcelona, donde, de hecho, solo hay dos festivales dedicados a fotografía: Experimental y Art Photo Bcn, la tradicional feria de galerías y escuelas de fotografía, que en octubre celebrará su 10ª edición.
"Hay muy poco apoyo institucional"
"En Barcelona hay muy poco apoyo institucional a la fotografía", lamenta Giori, que cada año lucha por recibir una subvención de las administraciones, sin éxito. La falta de dinero público no ha impedido que su festival vaya cogiendo prestigio, y cada año sean más los participantes que llegan de fuera atraídos no solo por el cartel de actividades del Experimental, sino por la imagen de la ciudad. "La gente viene a Barcelona pensando que hay algo único, aunque lo cierto es que somos una comunidad pequeña", comenta.
La idea de montar un festival de fotografía experimental surgió en 2018 cuando Giori lanzó una convocatoria para contactar con otros fotógrafos que compartieran su afición por la "doble exposición", una técnica experimental a partir de la fotografía analógica. Entre ellos estaba Laura Ligari, fotógrafa y diseñadora gráfica de origen italiano, con quién enseguida se entendieron. En 2019 organizaron juntos el proyecto BADEM (Barcelona Double Exposure Movement), en el que un grupo de artistas visuales fueron invitados a documentar y reflexionar colectivamente a partir de la experimentación fotográfica sobre las transformaciones humanas y urbanas que se están produciendo en nuestras ciudades. El proyecto, que acabó dando pie a una exposición en el Pati Llimona, fue el paso previo a la creación del primer Festival Internacional de Fotografía Experimental, que tuvo lugar en enero de 2020, justo antes de que estallara la pandemia de Covid-19.
Autodidactas sin academia
"El confinamiento nos obligó a aplazar la segunda edición de enero a julio (2021), ya que hasta entonces no nos permitían organizar encuentros presenciales, y así se ha quedado", explica Giori. Julio es un buen mes, añade, porque los participantes extranjeros, en su mayoría jóvenes en edad universitaria, aprovechan la estancia en Barcelona como parte de sus vacaciones de verano. Por otro lado, la pandemia los obligó a volcar el contenido de talleres y conferencias a formato online, y con todo ese contenido digital almacenado, vieron el potencial de montar una escuela de fotografía experimental online. El resultado es AGORA, una escuela online que hoy tiene más de 300 alumnos en todo el mundo e imparte talleres y cursos sobre 42 técnicas de fotografía experimental.
"La idea básica de los fotógrafos experimentales es que no respetamos las normas tradicionales de la fotografía, y eso puede molestar a algunos", sonríe Giori. Él mismo se define como uno de esos fotógrafos autodidactas que empezaron a hacer fotos con su smartphone y no ha pasado nunca por una escuela de fotografía. A pesar de lo que digan los más convencionales, cree que es importante que se fomente la fotografía experimental y la creación de unan comunidad internacional para que los artistas puedan apoyarse entre sí y crear proyectos compartidos. "Hoy en día vemos muchas fotos, pero todas son iguales, todas se hacen igual, y eso al final desmotiva a la gente a acercarse a la fotografía", observa Giori. "Desde la fotografía experimental", añade, "queremos darle una nueva vida a esta disciplina, queremos que la gente se vuelva a ilusionar".