Preservar la complejidad y el misticismo del Eixample del ingeniero catalán Ildefons Cerdà (1815-1876). Esa ha sido la cuestión principal durante la tarde de este jueves 25 de mayo en la librería Byron de Barcelona, en la que ha tenido lugar la presentación de ’SOS Eixample: Colau vs Cerdà’, un libro que recoge una serie de conversaciones con el urbanista Amador Ferrer y el abogado Ramón García-Bragado acerca del futuro de los usos del icónico ensanche. Una obra profundamente crítica con la administración Colau, así como con la de algunos de sus predecesores.
“Barcelona se ha convertido en una cárcel: cuesta mucho salir y cuesta mucho entrar”, ha señalado en tono humorístico el abogado Jacinto Soler Padró, quien ha asistido como invitado al encuentro, en el que también han estado presentes el propio Ferrer, el catedrático y líder masón Joan-Francesc Pont y el periodista Jaume Reixach.
Falta de debate intelectual
En la publicación, editada a través de El Triangle, Ferrer denuncia que en los últimos años se hayan realizado una serie de intervenciones en el Eixample “sin que haya habido un debate de expertos”. El que fue director de Edificación y Patrimonio en el Ayuntamiento de Barcelona entre 1988 y 1992 hace hincapié en este último punto y señala que, aunque “está bien que exista una conversación ciudadana y periodística”, esta clase de transformaciones estructurales deben tener “una base técnica de altísimo rigor” detrás. “No todo el mundo sabría realizar una operación de apendicitis”, ha expresado el arquitecto de forma metafórica.
A este respecto, Soler Padró, el responsable de la plataforma Salvem Barcelona (que recientemente ha conseguido que la Unión Europea vaya a revisar el proyecto de las ‘superillas’ del Ayuntamiento de la ciudad por ser supuestamente contrario al plan de ordenación del territorio vigente), ha aprovechado su intervención para reclamar una revisión del Plan General Metropolitano a la hora de llevar a cabo cambios estructurales. Esto, defiende, implicaría “escuchar muchas otras voces” de la urbe. También ha recordado que uno de los últimos movimientos de la asociación ha sido el de proponer a la UNESCO que el Eixample de Cerdà sea considerado Patrimonio de la Humanidad.
El centro neurálgico de Cataluña
En 'SOS Eixample', Ferrer habla de esta estructura urbanística como del “centro neurálgico no solo de Barcelona, sino de Cataluña”. Declara que su correcto funcionamiento recae en el “delicado equilibrio” de sus diferentes usos, algo que, apunta, fue “una política muy clara” durante el periodo olímpico de la ciudad, entre 1986 y 1992. De hecho, ha dejado claro que una de las principales crisis urbanísticas que sufre la capital catalana es un claro desentendimiento entre el uso residencial de la metrópoli y el sector terciario.
“No sabemos cuáles serán los efectos reales de todo esto en 15 años. Los ejes verdes se han hecho con la intención de que sean espacios para residentes, pero no sabemos si lo que estamos haciendo en realidad es favorecer a la residencia turística”, ha manifestado Ferrer, quien también ha puesto sobre la mesa la cuestión estética de la Ciudad Condal. En el ámbito de la movilidad, paralelamente, ha sentenciado que “no lo podemos derivar todo hacia el transporte público, ya que, por muchos esfuerzos que hagamos, este nunca podrá absorber la totalidad” de los desplazamientos.
Cerdà transformó la ciudad desde el arte y la técnica
Por su parte, Pont ha aprovechado su breve intervención al inicio de la cita para repasar la figura de Cerdà, quien también fue un destacado masón y proyectó su “visión humanista” sobre la trama del Eixample “desde el arte y la técnica”. El también político y economista barcelonés está hoy en día considerado uno de los padres del urbanismo moderno, gracias a su trabajo en Barcelona y a su obra ‘Teoría general de la urbanización', sin precedentes para su época.
No obstante, el nacido en Centelles ha sido objeto de varios episodios de “menosprecio” a lo largo de la historia, como es el caso de todo el rechazo que generaron sus reformas en muchos de sus contemporáneos o el poco reconocimiento que todavía en la actualidad sigue teniendo en calles, avenidas y plazas de la capital, que el próximo domingo 28 de mayo se vuelve a jugar su futuro en las elecciones municipales.