El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TJSC) ha confirmado en una sentencia histórica la primera muerte por amianto de un trabajador jubilado del metro de Barcelona.
La Sala Social ha ratificado íntegramente una resolución anterior del Juzgado Social número 8 de Barcelona, dictada a finales de julio de 2022, que vinculó el óbito del trabajador con la presencia de este material tóxico en las instalaciones y reconoció la pensión de viudedad para la pareja del fallecido.
Tumba el recurso de TMB
De esta forma, la segunda instancia autonómica tumba el recurso interpuesto por Ferrocarril Metropolità de Barcelona SA, empresa pública perteneciente a TMB, y abre la puerta a más reclamaciones de otros afectados. La asociación ATEA, asesorada por el Colectivo Ronda, tiene contabilizadas al menos otras 29 personas que desarrollaron patologías potencialmente relacionadas con el amianto, aunque el cómputo total podría ser muy superior.
En la sentencia validada por el TSJC, se sostiene que el contacto continuado con el amianto en los túneles, vagones, talleres y distintos componentes de los convoyes fue "con casi absoluta certeza" el origen del mesotelioma pleural que en 2019 acabó con la vida del difunto.
Enfermedad profesional
Entre 1988 y 2008, este empleado había prestado servicio en el suburbano primero como auxiliar técnico en instalaciones eléctricas y posteriormente como especialista del servicio digital de voz y datos, "en contacto directo con los convoyes y con el sistema eléctrico del metro de Barcelona".
En este sentido, el TSJC rebate las alegaciones de TMB, que pretendía rechazar el carácter profesional de la enfermedad. "No solo no ha acreditado la inexistencia de exposición [al amianto], sino que hay datos de hecho más que suficientes para llegar a la conclusión contraria", se lee en la resolución.
Presencia de amianto
Es más: la propia empresa pública constata la presencia de asbesto en los túneles desde 1987, por lo cual se implementaron medidas para mitigar sus efectos. Desde 1990 se llevo a cabo una evaluación para determinar los niveles de contaminación ambiental por polvo y gases en los túneles del metro de la capital, donde se detectó "la presencia de amianto originada por el uso a lo largo del tiempo".
Respecto a las fibras de amianto en suspensión, también se rechazan las alegaciones del metro de Barcelona sobre su escaso impacto. Los magistrados recuerdan que "la aparición de efectos crónicos por exposición al amianto es independiente de la dosis de exposición, de manera que es imposible establecer niveles de exposición seguros".