El popper, la droga históricamente asociada a ambientes gais y al uso sexualizado de sustancias estupefacientes, se ha popularizado también entre los jóvenes heterosexuales. Así lo confirma Claudio Vidal, psicólogo y director estatal de Energy Control, que precisa que han observado el cambio de tendencia “en los dos últimos años”, tras los meses más duros de la pandemia.
Estos compuestos nitrogenados de diferentes tipos (nitrilos de amilo, butilo e isobutilo) producen, entre otros efectos, la relajación de venas y arterias, así como de la musculatura lisa --localizada en las paredes de los órganos viscerales como el hígado, el páncreas y los intestinos--, hecho que facilita la penetración anal. Es por este motivo que hasta ahora su consumo estaba asociado a entornos gais. Sin embargo, en los últimos meses se ha detectado un auge en su consumo por parte de jóvenes de todas las tendencias sexuales.
Consumo descentralizado
“Hemos visto que el popper ha salido de este contexto y que su consumo se ha descentralizado”, explica Vidal, que engloba el cambio en las dinámicas habituales en el consumo de drogas, que se rigen “por modas u oleadas”.
El motivo de su popularidad es que las sustancias volátiles e incoloras, que se caracterizan por un olor muy intenso, se pueden adquirir de forma relativamente sencilla y a precios bajos con el nombre de Rush, Super Rush, TNT, Ram o Buzz. Lo más habitual es que los consumidores las compren por internet, aunque también se encuentran en sex shops y otros locales como ambientadores, limpiadores de cuero, de llantas o de cabezales de vídeo. “Como no se pueden vender con esta finalidad, se ofrecen como productos para otros supuestos usos”, subrayan desde Energy Control.
Efecto inmediato
¿Qué ha despertado la curiosidad por el popper entre los jóvenes? Además de su bajo precio y de la facilidad para conseguirlo, el experto señala que otro de los motivos que lo han empujado a un consumo mainstream es que, cuando se inhala, el efecto es inmediato y solo dura unos pocos minutos. “Cuando se combina con otras sustancias el efecto es mayor”, añade Vidal.
Por eso, en entornos festivos el consumo de popper se realiza de forma simultánea al de alcohol, cannabis, éxtasis, cocaína o anfetaminas. Además, se trata de una droga “social o grupal”, dado que varias personas suelen colocarse con un mismo bote. “Se trata de un consumo compartido en dinámicas de fiesta”, añaden desde Energy Control.
“Me sangraba la nariz”
Aunque es difícil describir de forma objetiva el efecto que causa esta droga, el experto asegura que la sensación que produce el popper es similar a la “de ir colocado”. Así lo corroboran también quienes lo han probado. “El efecto es muy rápido, muy intenso y muy breve”, expresan. Además, en algunas ocasiones también produce “distorsiones visuales”.
“La probé en una fiesta erasmus con amigos y la sensación que tuve fue como de haberme tomado una copa de vino muy rápido”, recuerda una joven a preguntas de Crónica Global. “Sentí mucho calor en la cara y euforia”, prosigue. En la misma línea, otra joven relata que el sentimiento fue “de felicidad máxima” en el momento. En su caso, el bienestar no duró demasiado, dado que le abrasó las mucosas. “Al día siguiente me sangraba la nariz”, recuerda.
Quemaduras, mareos y taquicardias
Precisamente este es uno de los riesgos que más remarcan desde Energy Control. “Si entra en contacto con las mucosas o la piel produce quemaduras”, alertan. Además de las hemorragias nasales, desencadena de forma frecuente mareos, taquicardias y náuseas. "Si se usa, debe ser en entornos seguros y recordar que son líquidos altamente inflamables", remarca Vidal a modo de advertencia.
Aunque no se han documentado riesgos relevantes en el consumo moderado y ocasional de estas sustancias --salvo en casos de padecer cardiopatías-- si se realiza de forma masiva puede desencadenar maculopatía, una patología que afecta a la retina y que puede derivar en una ceguera parcial o total. Cabe destacar que su ingesta por vía oral podría causar un cuadro grave de desoxigenación de la sangre, que podría llevar a la muerte. Cuestiones todas ellas que no son conocidas de forma tan masiva como sí lo es el uso de una droga en auge.