Los Mossos d'Esquadra investigan si el detenido el lunes en el bajo del número 41 de la calle Gaudí del barrio Sagrada Familia de Manresa (Barcelona) acabó con la vida de su pareja, de 31 años y que estaba embarazada. Un día después de los trágicos hechos, el ahora sospechoso explicó a sus vecinos, entre lágrimas, que la fallecida se había caído de un escalón y se había dado un mal golpe. Ahora, una semana y media después, la policía lo ha arrestado tras hallar indicios que apuntan a una muerte violenta. Y, según explican los comerciantes de la zona a Crónica Global, los agentes buscan imágenes de las cámaras de seguridad cercanas para reconstruir con el máximo detalle lo sucedido aquella madrugada.
Según han relatado a este medio, en los últimos días "se presentó la secreta" para preguntarles si tenían cámaras de seguridad, sin éxito. El barrio en el que se ha registrado el presunto feminicidio es un lugar tranquilo, sin demasiado movimiento, y la mayoría de los locales, según los propios trabajadores, no están equipados con sistemas de videovigilancia o no están activados. En todo caso los testigos aseguran que la noche del crimen la pareja llegó a su domicilio sobre las once de la noche sin que nada hiciera presagiar una tragedia.
"Dijo que se había caído"
Los vecinos, que dicen estar "horrorizados" con la noticia, han precisado que la fallecida y el presunto homicida se instalaron a principios de año en el barrio. "No les dio tiempo de integrarse", aseguran los dueños de una cafetería cercana a la que acuden asiduamente la mayor parte de los residentes de la escalera. "Los veíamos hacer vida en el salón de su casa, siempre tenían las persianas abiertas, eran una pareja joven", añade otro comerciante. Uno de los vecinos del mismo edificio ha precisado que llevaban viviendo en el edificio "dos meses", pero que no intimó con ellos porque hay "mucha rotación" en el bajo en el que sucedió todo, antes la sede de una empresa del Bages, ahora reconvertido en una vivienda "muy pequeña". De hecho, los residentes ni siquiera sabían que la fallecida estaba embarazada.
Una de las propietarias ha confirmado que la pareja vivía en un loft de 20 metros cuadrados, el único en alquiler en el bloque, y que aunque nunca había escuchado ningún altercado, él había llegado "drogado" muchas veces. Una acusación que no puede demostrar, tal como ella misma reconoce. Además, afirma que cree que el ahora detenido "trapicheaba" en el edificio. El día posterior a la muerte de la joven, recuerda, le dio el pésame en la calle. "Él me dijo llorando que ella se había caído de un escalón que hay en el loft y se había muerto, algo que me sorprendió porque ella estaba tendida al lado de la puerta de entrada, a unos metros del escalón", añade. Aun así, no sospechó nada hasta que se enteró de su arresto.
Hallada muerta hace 11 días
La noticia ha pasado desapercibida en la capital del Bages, donde la mayoría se ha enterado del presunto caso de violencia machista por el trajín de los periodistas. Lo que sí recuerdan los vecinos es que hace 11 días, el sábado 6 de mayo, se despertaron con una fuerte presencia policial. "Había varios coches de Mossos d'Esquadra y dos ambulancias frente al portal", relatan. No fue hasta la una del mediodía cuando descubrieron el motivo del despliegue: el hallazgo del cuerpo sin vida de una de las residentes. En un principio la muerte se atribuyó a causas naturales, pero el examen forense y la investigación de la policía catalana han revelado que el fallecimiento se debió a un hecho violento.
Ahora, los Mossos tratan de reconstruir lo sucedido durante la madrugada del sábado, aunque todo apunta a un nuevo feminicidio. El detenido, aprehendido a primera hora del lunes en el municipio, no pasará por el momento a disposición judicial. Todo parece indicar que los investigadores agotarán las 72 horas que marca la ley para terminar de atar las diligencias. Desde el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña han precisado que no existen denuncias de la víctima por malos tratos.
Cuarta asesinada en 2023
En 2022 se registraron 12 crímenes machistas en Cataluña. De confirmarse que los hechos de Manresa responden a un episodio de violencia de género, este año son ya cuatro las mujeres asesinadas en la comunidad. La primera, en Balaguer, en enero. La segunda fue Sandra, en febrero, muerta a manos de su pareja de 52 años en el distrito de Sant Martí de Barcelona y la tercera, Marina, de 25 años, asesinada presuntamente por un amigo en Móra la Nova (Tarragona) en marzo.
El Ayuntamiento de Manresa ha decretado tres días de luto y este martes celebrará un minuto de silencio a las 12 del mediodía en la plaza Major con el alcalde, Marc Aloy, y la consejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge. También el Ayuntamiento de Prats de Lluçanès (Barcelona), de donde era originaria la víctima, ha convocado una concentración de rechazo.