Las lluvias caídas en los últimos días han tenido escasa incidencia en los pantanos de Cataluña, que a duras penas llegan a la cuarta parte de su capacidad. En concreto, los embalses de las cuencas internas se encuentran este lunes al 25,32%, una cifra que supone menos de la mitad del casi 60% que tenían hace un año por estas fechas.

Así lo refleja la última actualización de los datos de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), según el cual el embalse de Darnius Boadella está al 28,51%; el de Sau al 10,01%; el de Susqueda al 36,71%; La Baells al 25,50%; La Llosa del Cavall al 22,19%; Sant Ponç al 28,67%; Siurana al 6,91%; y Riudecanyes al 7,49%. El más lleno es el de Foix, que se encuentra al 65,56%.

Las precipitaciones de los últimos días no han sido suficientes, por tanto, para aliviar la grave sequía que vive la región desde hace meses: ya a principios de marzo, la media de los pantanos estaba por debajo del 28%.

Restricciones de agua

El pasado 2 de mayo, la Generalitat amplió de 224 a 495 los municipios en situación de excepcionalidad hídrica, lo cual conlleva restricciones en usos agrícolas, industriales y lúdicos, aunque por ahora sin afectación en el agua de boca de los domicilios.

En el estado de excepcionalidad se reduce la dotación de riego agrícola un 40%, un 15% en usos industriales y entre el 15% y el 50% en recreativos.



Asimismo, está prohibido el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes de carácter público o privado --excepto el riego de supervivencia de árboles o plantas, gota o gota o con regadera-- y se prohíbe la limpieza de calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas o edificios con agua potable.



El Ejecutivo catalán también ha establecido una dotación máxima de 230 litros por habitante y día, una media en la que se incluyen todos los tipos de consumos: doméstico, agrícola o industrial.