El restaurante 'Palomares', uno de los iconos de Vilassar de Mar (Barcelona), desaparece este domingo por no cumplir la de Ley de Costas. Así, y pese a la contrarreloj del consistorio de la localidad por frenar su derribo, una decisión judicial lo sentencia a desaparecer de la estampa del Maresme, a la que lleva perteneciendo desde 1970.
Así, el que fuese una visita obligada para vecinos y visitantes de Vilassar, ha cerrado sus puertas este domingo, entre numerosas muestras de apoyo de vecinos y clientes, desde primeras horas de la mañana. Algunos, incluso, se han acercado hasta la playa de la Almadraba para agotar los últimos cartuchos, pidiendo con pancartas la conservación del lugar, como espacio museístico y educativo.
La justicia tumba 'un plan b'
El pasado mes de marzo, el alcalde de la localidad costera, Damià del Clot, propuso al Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), un proyecto para evitar su demolición. "Haremos lo imposible", aseguró a los afectados, proponiendo la transformación del restaurante en un equipamiento municipal, a partir de un nuevo plan de usos de carácter deportivo y cultural, que también incluía el espigón de Garbí y el Club Nàutic.
Sin embargo, la espada de Damocles pendía sobre 'El Palomares' y, finalmente, cayó. Ahora, hay dos sentencias del Tribunal Supremo que obligan a derribarlo y a que los propietarios entreguen las llaves el próximo día 22 de mayo.
"Lo quieren tirar al suelo"
Su propietario, Josep Nin, ha señalado a los medios que hoy es "un día muy triste", y ha recordado todos los años de esfuerzo para mantener el restaurante. "Pero ahora lo quieren tirar al suelo", ha lamentado.
Los encargados Anna y Ramon, igual que el resto de empleados, han recibido el apoyo de los clientes, muchos de ellos de la tercera generación que acude al Palomares para celebraciones familiares, delante de una paella, o degustando toda clase de pescados y mariscos.