La paz no llega a los búnkeres del Carmel. Ni vallas, ni Guardia Urbana, ni tampoco vecinos, han sido capaces de alejar los botellones y las fiestas ilegales de la zona. A partir de ahora, agentes cívicos se sumarán al dispositivo para garantizar la tranquilidad de los vecinos.
El Ayuntamiento de Barcelona decidió cerrar, a partir del 2 de mayo, el recinto del Turó de la Rovira desde las 19:30 horas de la tarde hasta las 9 de la mañana. Sin embargo, durante las dos primeras noches, según los vecinos de la zona, los turistas siguen acumulándose en las proximidades de la valla, y “dejan el perímetro lleno de basura”.
Se saltan la valla
De hecho, las dos primeras noches de cierre nocturno ha habido personas multadas por la Guardia Urbana tras intentar saltar la valla que impide el acceso a la zona.
Según ha explicado la concejala de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, estos agentes cívicos, cuyo número no ha concretado, se situarán en los accesos a la colina e informarán a los visitantes sobre los horarios de este espacio. En cuanto al resultado del cierre nocturno, Alarcón es bastante más optimista que los vecinos, e insiste en que “se ha acabado”. Según sus declaraciones de este jueves, "es evidente que la situación es mejor que hace un mes o un año. Las fiestas ilegales se han acabado”.