El macrooperativo de Mossos d’Esquadra en el que participaron más de 200 agentes y que tuvo como respuesta un ataque a una comisaría de la policía catalana de El Prat de Llobregat se cocinó durante meses. Así lo ha explicado este miércoles el cuerpo autonómico, que ha precisado que fue en el mes de noviembre cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que dos grupos criminales, viejos conocidos de la policía, habían puesto en marcha nuevas plantaciones de marihuana en pisos que ya habían sido desmantelados en el pasado, ubicados en la calle Riu Anoia de El Prat de Llobregat (Barcelona).
A raíz de las primeras indagaciones descubrieron que los líderes de los clanes familiares habían convertido las viviendas del bloque de tres escaleras en una inmensa fábrica de marihuana, en la que instalaron hasta 12 cultivos.
Así era la ‘factoría de la marihuana’
Finalmente el pasado 26 de abril agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Local del municipio realizaron 16 entradas simultáneas bajo la tutela del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 en funciones de guardia del Prat de Llobregat. En el macrooperativo participaron patrullas de seguridad ciudadana, la unidad canina, la unidad de medios aéreos, la brigada móvil (Brimo) y el área de recursos operativos (Arro).
Durante el operativo los agentes desmantelaron 12 plantaciones indoor formadas por un total de 6.200 plantas en diferentes estados de crecimiento. La droga decomisada alcanza en el mercado negro un valor de más de dos millones de euros. Además de las sustancias intervenidas los investigadores hallaron 1.600 euros en efectivo, procedentes de la venta de droga, así como un subfusil de airsoft, una pistola detonadora y 300 cartuchos de caza.
Los pisos, tapiados
En el edificio de tres escaleras reconvertido en factoría de la droga los Mossos d’Esquadra detuvieron a cinco hombres y una mujer, además de investigar a otra. Los arrestados tienen edades comprendidas entre los 20 y los 79 años y se les atribuye un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y un delito de defraudación del fluido eléctrico. De hecho, la empresa suministradora de energía ha calculado que la defraudación del fluido eléctrico asciende a los 212.000 euros solo en este último año, dado que las 12 plantaciones consumían el equivalente a 174 familias. Tras desmantelar los cultivos el consumo de electricidad en esta zona de El Prat ha bajado considerablemente.
Por su parte el Ayuntamiento de El Prat de Llobregat ha procedido a inhabilitar los pisos para evitar que vuelvan a reconvertirlos en plantaciones, ya que los Mossos d’Esquadra ya habían desmantelado cultivos en el interior anteriormente. Por eso, en cuanto finalizaron los registros de los agentes, una comisión técnica del departamento municipal de urbanismo valoró la inhabilitación de las viviendas en base al elevado riesgo de incendio por las conexiones fraudulentas a la red eléctrica que habían hecho para alimentar las plantaciones. Los pisos han sido tapiados.
Ataque a la comisaría
Aunque los detenidos, que acumulan 57 antecedentes, quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial, la respuesta al macrooperativo fue de órdago. Durante la madrugada del viernes pasado cerca de un centenar de personas del entorno de los arrestados atacó la comisaría de la policía catalana arrojando piedras y otros objetos contundentes contra la fachada.
Los alborotadores se dirigieron a uno de los puentes que cruzan la B-22, a la altura de la cervecera Damm, y lanzaron piedras a los vehículos que circulaban por la vía rápida. Una de ellas rompió la luna de un autobús y alcanzó al conductor, hiriéndolo de levedad. Otra cayó sobre un taxi, que también sufrió daños. Después, se dirigieron a la comisaría de Mossos d’Esquadra de El Prat de Llobregat, contra la que arrojaron adoquines y otros objetos que impactaron en la fachada.
Posibles detenciones por los disturbios
No obstante, fuentes policiales han precisado a Crónica Global que la mayoría impactaron en las protecciones de aluminio del edificio y que solo unas pocas lo hicieron contra los cristales, que no se rompieron. “Aprovecharon la noche, las zonas oscuras y rompieron el alumbrado público para actuar impunemente”.
También quemaron contenedores y papeleras en las inmediaciones, calcinaron un coche, arrancaron árboles y señales de tráfico y cruzaron mobiliario para impedir la circulación de vehículos por la zona. Ahora, los Mossos revisan las imágenes captadas por las cámaras de seguridad para identificar a los participantes en estos graves disturbios y proceder a efectuar detenciones selectivas.