Un guardia civil ha sido suspendido como agente del cuerpo durante cinco meses por haber desempeñado trabajos para la línea aérea privada Vueling en Barcelona, en cuyo aeropuerto estaba destinado, sin contar con la preceptiva autorización. 

Una sentencia de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha ratificado la decisión de la Benemérita, al constatar que el agente debió en todo momento haber solicitado un permiso de compatibilidad, con lo que considera demostrado que cometió una "infracción disciplinaria muy grave”.

Recursos infructuosos

El juez detalla cómo el agente estableció una relación laboral con la compañía como piloto de aeronaves durante algunos meses en 2020, en plena pandemia, algo que además figura en su informe de vida laboral, donde también figuran las prestaciones por desempleo que recibió.

La sanción fue impuesta por el cuerpo en junio de 2021y ha sido recurrida por el agente ante el Tribunal Militar Central y, tras la desestimación, al Tribunal Supremo.

Disparidad de argumentos

Su defensa se ha basado en que la actividad que desarrollaba en la aerolínea no figuraba entre las que se consideran como incompatible con su labor en el Instituto Armado.

El agente también sostuvo que en su día el cuerpo la concedió la compatibilidad cuando la solicitó, algo de lo que no hay constancia.