Entre el 15% y el 17% de la población española tiene problemas de fertilidad, según la Sociedad Española de Fertilidad. Los últimos datos, de 2020, indican que ese año se practicaron 127.420 tratamientos de fecundación in vitro (FIV) y 24.816 de inseminación artificial, que se tradujeron en 30.479 nacimientos. Aunque, según los expertos, los errores en reproducción asistida son altamente improbables, hace poco se conoció el caso de una pareja de Cádiz que se sometió a un proceso de reproducción asistida y descubrió, tras el nacimiento, que el padre del niño fruto de ese tratamiento no era realmente el padre biológico, sino un donante.
Fue el hospital el que cometió el error al escoger el esperma que se implantó después en la madre. ¿Cómo es posible que algo así haya sucedido en España? Y, lo más importante, ¿puede haber más casos sin detectar? “Los errores, en cualquier actividad profesional, se consideran como una posibilidad a tener en cuenta. Tanto es así que en todos los ámbitos profesionales y en cualquier empresa existen departamentos de calidad y vigilancia que se encargan de minimizar los riesgos, elaborando estrategias de detección precoz y sobre todo de prevención de errores”, explica el doctor Luis Quintero, director médico de Next Fertility Spain, que actualmente cuenta con 20 clínicas de fertilidad en nueve países del mundo.
“Imposible evitar los errores en un 100%”
Pese a que hay protocolos estrictos con el objetivo de evitar estas indeseables consecuencias o de minimizar los riesgos, además de nuevos sistemas tecnológicos que ayudan a los profesionales de la salud a prevenirlos, sostiene este especialista en reproducción asistida que “es imposible evitarlos en un 100%, más aún cuando hay participación de personas, lo cual conlleva una serie de variables imposibles de prever”.
Para minimizar al máximo la posibilidad de error, todos los procedimientos que se realizan en las clínicas de reproducción están protocolizados, tanto dentro como fuera de los laboratorios de fecundación in vitro. “El manejo de gametos y embriones humanos requiere de sistemas automatizados de trazabilidad destinados a mantener la bioseguridad tanto para los profesionales como para los pacientes, además de asegurar la correcta filiación de cada espermatozoide, cada óvulo y cada embrión”, detalla Quintero.
Sin justificación
Desde Next Fertility Spain señalan la importancia de utilizar estos sistemas y tener todos los circuitos biológicos (laboratorios de embriología) adaptados y equipados con este tipo de tecnología. Aunque, insisten, supone una gran inversión económica. “Hay que invertir en seguridad, por muy alta que sea; actualmente no está justificado cometer errores que se puedan evitar con la tecnología disponible”, opina.
“Estoy seguro de que de haber más casos como este o que ocurran con más frecuencia la sociedad lo sabría y las técnicas de reproducción asistida no se harían en España, que es líder en Europa en esta área” añade.
Donante de esperma con 550 hijos
Hace un mes saltó a los medios de comunicación el caso de un donante de esperma neerlandés al que se le atribuyen al menos 550 hijos y que ha sido demandado por muchas de las familias afectadas. En un país donde el máximo de niños nacidos por cada hombre gracias a la reproducción asistida se establece en 25, esto supone un error sin precedentes que tiene serias implicaciones.
“El hecho de que haya 550 personas que comparten el mismo padre biológico supone una situación de muy alto riesgo de endogamia, lo que conduce a un peligro aumentado de padecer enfermedades genéticas hereditarias”, advierte este ginecólogo.
¿Cómo regula la ley la donación de semen y óvulos?
En España es prácticamente imposible que algo así suceda. Y es que la ley regula que como producto de donación de semen y/u óvulos no puedan superarse los seis nacidos vivos por cada donante, incluyendo los hijos de los donantes. Además, contamos con una base de datos a nivel nacional —SIRHA— en la que están registradas todas las donaciones de gametos, además de la trazabilidad de cada una de ellas.
“Este sistema hace de nuestro país el más seguro para donar óvulos y espermatozoides, así como para utilizar los gametos por parte de las parejas que los necesitan. Es precisamente esto lo que nos ha convertido en el mayor y más seguro proveedor de gametos de Europa”, concluyen desde Next Fertility Spain.