Venganza en El Prat de Llobregat (Barcelona) tras un operativo antidroga que se saldó el miércoles con cinco detenidos y dos investigados en el barrio de Sant Cosme por tráfico de drogas y defraudación del fluido eléctrico. Durante la madrugada del viernes cerca de un centenar de personas del entorno de los arrestados, miembros de dos clanes gitanos, atacó la comisaría de la policía catalana arrojando piedras y otros objetos contundentes contra la fachada.
Los disturbios comenzaron pasada la medianoche y se sucedieron hasta cerca de las seis de la mañana. Según ha avanzado El País, los alborotadores se dirigieron a uno de los puentes que cruza la B-22, a la altura de la cervecera Damm, y lanzaron piedras a los vehículos que circulaban por la vía rápida. Una de ellas rompió la luna de un autobús y alcanzó al conductor, hiriéndolo de levedad. Otra cayó sobre un taxi, que también sufrió daños.
Lanzamiento de adoquines contra la comisaría
Después de lanzar piedras a los vehículos y poner en riesgo la vida de los conductores, se dirigieron a la comisaría de Mossos d’Esquadra de El Prat de Llobregat, contra la que arrojaron adoquines y otros objetos que impactaron en la fachada. No obstante, fuentes policiales han precisado a Crónica Global que la mayoría impactaron en las protecciones de aluminio del edificio y que solo unas pocas lo hicieron contra los cristales, que no se rompieron. “Aprovecharon la noche, las zonas oscuras y rompieron el alumbrado público para actuar impunemente”, explican las mismas voces.
Tras estos ataques hasta el lugar se desplazaron varias patrullas de seguridad ciudadana de los Mossos d’Esquadra, la Brigada Móvil (Brimo) y las Áreas Regionales de Recursos Operativos (Arro), que optaron por “contener la situación” y proteger el edificio policial mediante cordones policiales. También cortaron la calle 11 de Septiembre, en la que se encuentran la comisaría de la policía catalana, la de la Policía Local y la estación de Bomberos, que también tuvieron que intervenir.
Graves disturbios en la calle
Los alborotadores quemaron contenedores y papeleras en las inmediaciones, calcinaron un coche, arrancaron árboles y señales de tráfico y cruzaron mobiliario para impedir la circulación de vehículos por la zona. Para que los bomberos pudieran sofocar las llamas, los antidisturbios tuvieron que protegerlos.
Estos graves disturbios son la respuesta a un macrooperativo efectuado el miércoles en El Prat de Llobregat contra el tráfico de marihuana en el que participaron centenares de agentes. Los Mossos d’Esquadra efectuaron 16 entradas y registros en viviendas de un mismo bloque y detuvieron a cinco personas por los delitos de narcotráfico y defraudación del fluido eléctrico. Además, investigan por los mismos hechos a otras dos.
Detención de miembros "importantes"
Las fuentes policiales consultadas refieren que el miércoles desmantelaron 12 plantaciones de marihuana en un mismo bloque de viviendas en el que residen dos clanes gitanos. Ya en noviembre, la policía catalana desmanteló cuatro, “así que en estos meses no es que hayan vuelto a cultivar, sino que han triplicado las plantaciones”.
Además, las detenciones se centraron en personas “importantes” del clan, por lo que la respuesta ha sido de mayor envergadura que frente a operativos anteriores. Ahora, los Mossos procederán al visionado de las imágenes para identificar a los participantes en estos graves disturbios y proceder a efectuar detenciones selectivas.