Los propietarios de la mina de Súria admiten errores de comunicación el día que murieron tres geólogos. Según en informe interno, el turno de noche avisó de una incidencia en el techo de una zona cercana al lugar del accidente, a unos ocho metros.
Sin embargo, esta información no llegó a los tres mineros que fallecieron esa trágica mañana. No obstante, la empresa lo desvincula del accidente, que asegura era "imprevisible".
Según ha explicado TV3, el consejero delegado de ICL Iberia, Patricio Chacana, ha asegurado que las tres víctimas "eran personas experimentadas con formación superior y no había ninguna señal de que la pared del techo fuese inestable".
Un trágico accidente
Los hechos se remontan al 9 de marzo, cuando poco antes de las nueve de la mañana, los bomberos de la Generalitat recibieron el aviso de un desprendimiento en la mina de potasa de Súria, donde quedaron tres personas atrapadas a 900 metros de profundidad. Tras más de seis horas de trabajo, los servicios de emergencia lograron rescatar a los tres geólogos: Dani Álvarez, Oscar Molina y Victoriano Pineda.
Las víctimas tenían 31, 28 y 29 años y eran estudiante de máster, especializado en mecánica de rocas y especializado en control de grado, respectivamente.