El profesor acusado de abusar de siete menores en Vic declara que los trató "como a hijos"

El profesor voluntario de un centro islámico de Vic (Barcelona) acusado de abusar de siete menores de edades comprendidas entre los seis y los 10 años ha declarado que trató a los niños “como a sus hijos”. La fiscalía pide para él más de 42 años de cárcel. 

El procesado ha negado, en su declaración en la Sección 5 de la Audiencia Provincial de Barcelona, que hubiese recibido quejas por la forma que tenía de relacionarse con los niños. De hecho, ha expresado que cuando se los encontraba fuera del centro de culto “venían corriendo los niños para saludarme y me abrazaban delante de sus padres”. “Me trataban como a un tío”, ha añadido, según ha recogido Europa Press.

Tapó las cámaras

Durante el juicio se han emitido las grabaciones de las cámaras colocadas en las aulas del centro de culto y que el sospechoso intentó tapar. Preguntado por los motivos, la explicación que ha dado es que la presencia de las cámaras incomodaba a los niños y que “no se había decidido con los otros profesores" si debían usarse o no.

El acusado también ha negado que besara a niños en la boca y ha reiterado que “actuaba normal y corriente”. Asegura que sus problemas en la mezquita empezaron a raíz de que el hijo del actual presidente cobrara 20.000 euros por su empleo mientras que el resto de los voluntarios trabajaban gratis, un asunto hacia el que mostró su disconformidad. Además, ha añadido que la misma dirección presionó a los padres para que lo denunciaran. “Todo es un montaje político”, ha resumido.

Los menores tenían miedo a posibles represalias

En el juicio han declarado tres psicólogas que trataron a los niños. Una de ellas ha expresado que una menor dijo que el acusado le daba “abrazos que duraban demasiado” y que otro de los niños expresó que no le gustaba lo que le hacía el profesor voluntario.

"Tenían miedo a posibles represalias y a decírselo a sus padres por si el señor les hacía algo", ha detallado una tercera psicóloga, y ha explicado textualmente que los niños no entendían que sentarse encima del acusado podía tener alguna connotación sexual. 

Por estos hechos la fiscalía pide para él 42 años y 9 meses de prisión, mientras que la acusación solicita tres meses menos de cárcel.