El Juzgado de Instrucción 8 de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) ha enviado a prisión provisional y sin fianza a un hombre de 40 años por, presuntamente, llevar a un niño a su domicilio y ofrecerle dinero para que le enseñara el pene. Le atribuyen los delitos de corrupción de menores y privación de libertad.
Según el auto de ingreso en prisión, al que ha tenido acceso Crónica Global, el menor se encontraba en la calle vendiendo rifas para financiar el viaje de fin de curso del colegio cuando el investigado, “mediante engaño”, le propuso que lo acompañara a su casa para coger dinero y comprarle unos boletos.
Se ofreció a hacerle una felación
Una vez en el domicilio el niño expresó que no quería entrar, pero el investigado insistió asegurando que “no iba a pasar nada y que sería solo un momento”. Sin embargo, según el relato del menor, el hombre cerró la puerta con llave.
Aunque en un primer momento el hombre le compró un boleto y abonó los tres euros, como le había prometido, acto seguido le ofreció 20 euros más a cambio de que le enseñara el pene. Además de pedirle que le mostrara su miembro se ofreció a hacerle una felación. “Nadie se va a enterar, va a quedar entre tú y yo”, aseguró.
El menor logró escapar
Ante la negativa del menor, el ahora investigado intentó impedir su huida, pero el niño finalmente consiguió salir de la casa y pidió auxilio en un local comercial cercano al domicilio en el que sucedieron los hechos.
El menor asegura que desde el momento en el que el hombre lo llevó a su casa “ha sentido mucho miedo” y ha sufrido pesadillas. Además, ha declarado que los vecinos le confirmaron que “no es la primer vez que había intentado dar mensajes a menores de edad”.
Sabía que era menor
El auto recoge la declaración de un testigo, que puso de manifiesto que el investigado fue a su negocio varias veces para ofrecerle sus servicios de lingam, consistentes en hacer masajes a los penes de los hombres pero sin un supuesto ánimo libidinoso.
Por su parte el investigado reconoció parcialmente los hechos. Confirmó que le ofreció 20 euros por enseñarle el pene pero “sólo si le fuera bien”. Después, según su versión, lo dejó marchar y el niño "se fue tranquilamente". No obstante, niega que se ofreciera a hacerle una felación y asegura que sabía perfectamente que el menor tenía unos 14 o 16 años como mucho.
Sostiene que no ha hecho "nada malo"
Asegura que “entre el vino y la cerveza se le fue la olla y que odia a los pederastas”, recoge el auto, pero que fue consciente de lo que había hecho y que así lo reconoció cuando la policía se presentó en su casa. Sin embargo, sostiene que nunca pensó en ir a una comisaría para confesar lo ocurrido por “no tocó al menor, por lo que entiende que no ha hecho nada malo”. Además, confirma que se gana la vida realizando masajes a mayores de edad aunque no lingam.
El instructor ha ordenado su ingreso en prisión precisamente porque el investigado “no presenta ningún tipo de arrepentimiento por su conducta”. “Si no lo he tocado no tengo por que ir a la policía”, declaró. Además, el titular entienden que la medida privativa de libertad es necesaria para proteger al menor, que ha dicho sentir miedo de poder encontrárselo por la calle. El hecho de que no tenga cargas familiares en España ni responsabilidades hace pensar que podría intentar huir, teniendo en cuenta la elevada pena de prisión a la que se enfrenta por estos hechos.