Tensión policial en Barcelona por el derbi antisistema que enfrenta este domingo en el estadio Narcís Sala a la Unió Esportiva Sant Andreu --del hoy barrio, pero antes municipio Sant Andreu del Palomar-- y al Club Esportiu Europa, del barrio de Gràcia. La ferviente rivalidad entre los hooligans de ambos clubes, cuyos equipos se juegan el ascenso a Segunda RFEF, ha puesto en alerta a los Mossos d’Esquadra, que desplegarán un dispositivo para evitar posibles choques entre los ultras.
“Habrá un dispositivo de seguridad para garantizar la celebración del partido y por la presencia de grupos ultras”, confirman las fuentes policiales consultadas por Crónica Global, que sin entrar en detalles sobre el despliegue de medios aseguran que se adecuarán al “nivel de alerta” de un evento de estas características. “El partido tiene un riesgo que conlleva desplegar un dispositivo”, añaden.
La rivalidad entre Desperdicis y Eskapulats
Pese a que tanto los Desperdicis, los hooligans del Sant Andreu, como los Eskapulats, del CE Europa, comparten "una ideología independentista y de ultraizquierda” su rivalidad deportiva los ha llevado a protagonizar algún que otro encontronazo.
El punto álgido de la enemistad que se profesan ambos supporters lo marcó una pancarta desplegada en 2016 en el Narcís Sala. Aprovechando que el derbi coincidía con el día de Sant Martí los Desperdicis dibujaron un lobo con camiseta quatribarrada, blandiendo un cuchillo sobre un cerdo ataviado con los colores banquiazules del CE Europa. El pie rezaba: “A todo cerdo le llega su San Martín”. “Este hecho tensionó todavía más la rivalidad entre ambas aficiones, que han protagonizado alguna trifulca”, aseguran las fuentes consultadas.
Lealtad al barrio
En este caso las diferencias ideológicas no son las que dividen a estos dos clubes, sino otros factores de clase como la lealtad a los colores y a la vila a la que representan, en el caso del CE Europa, y del barrio en el caso del Sant Andreu. “Son grupos que crean una grada mucho más popular, más habitual en otras partes de Europa que en el contexto catalán, determinado por la afición de ópera, de liceo, del FC Barcelona”.
Los mismos factores que dividen a Desperdicis y Eskapulats también los empujan a crear alianzas con otros grupos ultras. Los andreuencs son afines a los Indar Gorri de Osasuna, también de extrema izquierda y simpatizantes del movimiento abertzale, o a los Rudes de Lleida. Entre sus enemigos acérrimos figuran los ya extintos Hooligans Vallès, de extrema derecha, un antagonismo ideológico que creaba un poso de rivalidad en cada uno de los encuentros de años pretéritos entre el grupos rivales del Sant Andreu y del Sabadell. “En este caso, aunque comparten ideología, se suma la cercanía geográfica: se trata de un derbi”. La “rivalidad es bastante sana”.
El Narcís Sala, a rebosar
Las fuentes consultadas sostienen que Desperdicis tiene "una red mayor y más consolidada de amistades con otros clubes catalanes, una afición mayor y con un nivel de animación más espectacular". "Hay muchísimo respeto hacia los Desperdicis pese al poco éxito futbolístico en los últimos años del Sant Andreu, que quizás precisamente les otorgue incluso más prestigio, dado que han conseguido mantener este nivel de animación pese a las pocas alegrías cosechadas".
“Lo que veremos el domingo es un gran espectáculo de fútbol modesto, popular, y mi predicción es que habrá rivalidad sana, uno de los mejores ambientes de esta categoría e incluso de las superiores. Habrá espectáculo en ambas gradas en un campo que estará a rebosar por dos grandes aficiones”.
Espectáculo o no, las entradas se han agotado.
Paliza por la selección
Sea como fuere, desde las voces policiales consultadas avanzan que se espera "tensión, pero no graves incidentes". Al menos, no tan graves como la paliza que propinaron radicales vinculados a Desperdicis a activistas pro selección española en Sant Andreu en 2016. Al menos tres hombres agredieron brutalmente a los organizadores de una carpa de difusión en el popular barrio barcelonés, en un ataque a puñetazos y sillazos que quedó grabado en un vídeo que se difundió en las redes sociales.
La lluvia de golpes terminó en condenas de cárcel que el Tribunal Supremo ratificó en 2022. El alto tribunal vio probado que los atacantes actuaron por animadversión ideológica y los sentenció a 27 meses de cárcel a cada uno y al pago de una multa.