La Asociación por la recuperación y rehabilitación de equinos, ARRE, en Alcanó (Lleida) culpa a la “dejadez de las administraciones” de la muerte de un caballo que se encontraba en un campo junto a la carretera LL-11 en Lleida.
Varios ciudadanos les avisaron el pasado domingo de la existencia del equino, aparentemente muerto, en un margen de la carretera, al lado de un campo, un hallazgo que, aseguraban, habían notificado al 112. Algunos de ellos, incluso, señalaron que los cuerpos policiales conocían la existencia de este animal desde el viernes.
Un "regalo" cruel
Según ha explicado la presidenta de ARRE, Eva Farran, a Crónica Global, el caballo estaba gravemente enfermo, por lo que su dueño decidió regalarlo a través del portal de Milanuncios. Así, el nuevo propietario, un hombre de etnia gitana, que no tenía un lugar adecuado para instalar al animal, lo fue a buscar, con la mala suerte de que el caballo se escapó al bajar del remolque. "Durante todo el día estuvieron llamando al ayuntamiento, a los rurales y a todos sitios porque el caballo estaba por el barrio de la Bordeta".
La protectora insiste en que el animal estaba muy enfermo y que no llevaba el chip, ni tenía la documentación obligatoria, por lo que todavía es más incomprensible que nadie hiciese nada al respecto.
Negligencia administrativa
Así, el equino permaneció dos días en el margen de una carretera sin que el Ayuntamiento ni ningún cuerpo policial, la Paeria ni los Rurales, hiciesen nada al respecto. Fue una veterinaria que acudió con la protectora la que examinó al caballo, que tuvo que ser sacrificado debido a su mal estado. “Queremos denunciar la mala praxis administrativa y exigir que se cumpla con el protocolo de rescate establecido. De hecho, fue la protectora la que tuvo que avisar a un profesional veterinario para que atendiese al animal. "Llamamos por si se podía salvar, pero ya fue tarde", lamenta Farran.
"Si nos hubieran avisado antes, les podríamos haber asesorado”, señalaron desde el refugio. Desde la Paeria señalaron que el sábado la Urbana recibió varias llamadas de ciudadanos alertando de la presencia del animal y de que este estaba muerto, pero como seguía vivo se hizo cargo el propietario". Sin embargo, el caballo tuvo que ser sacrificado por negligencia administrativa", lamentan dede ARRE.