El Ayuntamiento de Barcelona se plantea eliminar la limitación de circular a 30 kilómetros por hora en algunos entornos escolares cuando los colegios estén cerrados. Así, tal y como ha avanzado El Món a Rac1, fuera del horario lectivo, el límite de velocidad estaría situado en 50 kilómetros por hora, como el resto de zonas urbanas.
En enero, el consistorio comenzó a multar a los conductores que superaban esa velocidad a través de 17 radares instalados en otoño de 2022. De ellos, 12 están situados en entornos escolares y cinco en puntos negros de la ciudad.
Casi 700 multas al día
Tras varias semanas de sanciones y a dos meses de las elecciones municipales, el consistorio se plantea que los controles que están situados cerca de las escuelas sólo funcionen cuando estén abiertos. De esta forma, el límite de velocidad pasaría de 30 a 50 kilómetros por hora por las noches o los fines de semana, reduciendo así las quejas y las multas a los conductores.
Según los datos que aporta ese medio, los 17 radares multan cada día a 686 conductores. Los más sancionadores están situados en las calles Muntaner, Entença e Industria.