Dos subfusiles de guerra tipo Kalachnikov (AK-47). Eso es lo que cuatro trabajadores de la construcción encontraron enterrado en Castell d'Aro, en Girona, mientras levantaban un muro para una empresa del municipio el pasado jueves, tal como avanzó El Caso.
Las dos armas se encontraban dentro de dos paquetes enterrados y envueltos con cinta americana y ropa. Además, iban acompañadas de dos cargadores sin munición.
Procedencia desconocida
Los trabajadores alertaron a los Mossos d'Esquadra de Sant Feliu de Guíxols hacia las doce menos cuarto del mediodía. El cuerpo se desplazó al lugar, la zona de Can Manel, y ha iniciado una investigación que ha dictaminado que las armas son reales.
Tal como ha adelantado el citado medio, la policía catalana trabaja ahora para descubrir cuál es su procedencia, aunque existen indicios que señalan que podrían estar relacionadas con el crimen organizado.