Las olas de calor y las escasas lluvias de 2022 favorecen la proliferación de ratas, cucarachas y chinches de cama. Así lo ha confirmado este jueves la Asociación de Empresas de Control de Plagas de Cataluña (ADEPAP), que alerta de un aumento de actuaciones para el control de estas especies.
Quim Sendra, presidente de ADEPAP, asegura que el cambio climático fomenta la proliferación de estas especies, dado que el calor alarga sus periodos de reproducción. La asociación también alerta de que la población de roedores ha aumentado entre un 10% y un 15% en Cataluña, situándose como la principal plaga en la comunidad seguida por las cucarachas y los mosquitos.
Piden poder usar biocidas
Detrás de la proliferación de estas plagas, según Sendra, hay también otros factores como las restricciones del uso de los biocidas por parte de la Administración pública, lo que dificulta su control. "Aunque pueden provocar resistencia en los roedores esto se da por el mal uso" por lo que solicita que, aunque deban restringirse para el público general, se permitan a las empresas de control de plagas.
El presidente de la asociación insiste en que en las grandes ciudades los roedores, las cucarachas, y otras plagas como las palomas o las cotorras cuentan con “recursos casi ilimitados de comida y agua”, por lo que, pese a los esfuerzos por controlar el número de ejemplares, las poblaciones se recuperan rápidamente.
Aumentan las plagas de cucarachas
Las cucarachas son la plaga que más ha aumentado en el último año. Las empresas han registrado un aumento en la demanda de sus servicios de un 50%. "Las cucarachas son una vieja conocida, una plaga que se encuentra siempre en los entornos urbanos como una de las principales plagas que afectan a Cataluña y es muy difícil controlarla", ha explicado Sendra.
El coordinador técnico de ADEPAP, Luis Lozano, ha asegurado que la cucaracha alemana (Blatella germanica) es la más habitual en las viviendas, sobre todo en las cocinas, y que su aumento podría deberse "al cierre de los locales de hostelería durante la pandemia, que supuso cortar con las actuaciones de control en estos espacios". La americana, (Blatella americana) concentra su actividad en las redes de alcantarillado, y el aumento se debe a las altas temperaturas, a la escasez de lluvias y al estado de la red de alcantarillas.
Aunque la invasión de cucarachas afecta al conjunto del área metropolitana de Barcelona, desde las empresas de control de plagas consultadas por este medio aseguran que las zonas más afectadas son los barrios de la Ciutat Vella. En concreto los “puntos calientes” son el Raval, el Gòtic, el Born y la Barceloneta. Los factores son varios: la antigüedad de los edificios, que presentan problemas en las bajantes comunitarias y que en su mayoría tienen canalizaciones de obra, en lugar de tuberías de PVC, con recovecos que favorecen la proliferación de estos insectos.
Los mosquitos se reproducen en las ciudades
En lo referente a las plagas de mosquitos, la sequía ha provocado que estos ejemplares prácticamente desaparezcan en las zonas rurales, mientras que en las urbanas están en expansión debido a la calidez de los inviernos y a la presencia de agua en jardines, casas y alcantarillados.
Sobre las palomas, otra de las grandes plagas de Barcelona, desde la asociación insisten en que las actuaciones con piensos anticonceptivos "son alegales y no funcionan". "No es efectivo y no ha reducido la población de palomas en estos años. Además, ¿qué impide que se lo coma un perro o un niño si lo tenemos en dispensadores en las ciudades?", ha denunciado el presidente.
Vuelven las chinches de cama
Finalmente Quim Sendra ha concluido que la demanda de actuaciones para acabar con las chinches de cama ha aumentado sobre todo en las grandes ciudades, que ha relacionado con el regreso del turismo: "Es un insecto que se mueve con nosotros y con nuestras maletas; con la vuelta a la normalidad del turismo, han vuelto las chinches".
La globalización y el tránsito de personas, que a veces comienzan su itinerario en países en los que el control sanitario es menor, ha acelerado la expansión de estos molestos bichos, que se alojan --junto a los huéspedes-- en hoteles y albergues. La mejor recomendación para evitarlas es no dejar la maleta en el suelo de los alojamientos turísticos. Desde la ADEPAP recomiendan quitarse toda la ropa en la puerta de casa, meterla en una bolsa de plástico y lavar las prendas a más de 60º. “Se matan con calor”, recuerdan. Antes de guardar la maleta en su lugar habitual se recomienda dejarla en cuarentena en un plato de ducha cerrado o dentro de una bolsa “hasta estar seguros de que no hay chinches”.