Los Mossos d’Esquadra, en una operación conjunta con los agentes de Vigilancia Aduanera, han desarticulado un clan familiar dedicada al cultivo y tráfico de marihuana. La policía catalana ha detenido a 13 personas que operaban desde las comarcas de la Selva y el Gironès y que exportaban la droga por carretera hasta Lyon y Montpellier, en Francia.
La investigación comenzó a raíz de una información obtenida durante las pesquisas del caso Alba, en el mes de junio de 2022, en la que a su vez se desmantelaron 24 plantaciones que producían unos 1.275 kilos de marihuana al año, una droga que alcanzaba en el mercado negro los 3 millones de euros. En ese momento los investigadores consiguieron indicios de la actividad de una de las personas relacionadas con este grupo.
Organización jerárquica
Según los Mossos d’Esquadra los miembros de este clan familiar conformaban una red estable en la que desempeñaban tareas perfectamente diferenciadas, lo que les había otorgado un elevado grado de especialización en sus funciones. Uno de ellos ejercía como líder del grupo y dirigía la actividad de toda la organización.
Él era quien se encargaba de gestionar el capital para la adquisición o alquiler de inmuebles, que después adecuaban para el cultivo de la marihuana. Además, gestionaba sus propias plantaciones y ofrecía material y logística a terceros, a cambio de una remuneración. También era el encargado de diseñar y ejecutar los transportes de la droga hasta Francia.
Enviaban la droga a Francia
Por debajo del líder se situaba otro de los miembros, mano derecha del primero, y encargado de distribuir el material utilizado en las plantaciones. Era quien se ocupaba de dividir y empaquetar la droga para su distribución y ejercía como enlace entre la organización criminal y los posibles compradores.
Debajo de este sujeto se situaban los demás miembros de la organización, que gestionaban las plantaciones, se ocupaban del cultivo y ayudaban en el transporte. Este grupo operaba principalmente desde las comarcas de la Selva y el Gironès y realizaba viajes de forma periódica hasta Francia, concretamente hasta Lyon y Montpellier. Para evitar ser interceptados por los cuerpos policiales utilizaban dos coches: uno que se encargaba de comprobar que no había controles y otro en el que trasladaban la droga. Además, también surtían de droga a camellos locales.
13 detenidos
Finalmente, el grupo fue desarticulado el 15 de febrero en Maçanet de la Selva, Sils, Sant Martí de Llémena y Olot. En el operativo se realizaron nueve registros en los que se decomisaron 11 kilos de cogollos de marihuana, que en el mercado negro alcanzan los 72.400 euros; 925 gramos de hachís, valorados en 31.000 euros y 25 gramos de cocaína, que alcanzan los 1.500 euros. También se hallaron 30.000 euros en metálico y 3.000 plantas en diferentes estados de floración y crecimiento. El fraude a la empresa eléctrica asciende a los 235.000 euros.
En el operativo, los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) del Área de Investigación Criminal de la Región Policial Central, junto a los agentes de Vigilancia Aduanera de la Agencia Estatal de Administración Tributaria detuvieron a 13 personas. Siete de los arrestos quedaron sin efecto mientras que cinco hombres y una mujer quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.