La mina de la empresa ICL que este jueves ha colapsado atrapando a tres operarios, pasó una inspección hace tres semanas por parte de la Subdirección General de Minas, que se cerró sin ningún expediente por incidencias. "El control era periódico", ha confirmado a las puertas de la compañía el conseller de Trabajo, Roger Torrent, que ha confirmado que se ha abierto una investigación para esclarecer las causas del accidente, cuyas conclusiones que serán trasladasas tanto al juzgado como por la vía administrativa.
El conseller de Interior Joan Ignasi Elena ha aclarado que el suceso ha afectado a tres trabajadores --sin confirmar si dos son estudiantes en prácticas de la UPC, como ha expresado el centro en las redes sociales-- y que de inmediato se dio aviso a los servicios de emergencias.
La información "hace temer lo peor"
En este momento trabajan en la zona nueve dotaciones de Bomberos de la Generalitat especialistas en este tipo de desprendimientos, Mossos d'Esquadra --unidades de montaña, subsuelo y canina-- y el Sistema de Emergencias Médicas. Los afectados "aún están dentro de la galería y hay dificultades de acceso", ha confirmado Elena, que ha precisado que "la información que se maneja hace temer lo peor".
No obstante, todavía no se ha podido certificar el fallecimiento de los tres atrapados porque los equipos aún no han conseguido llegar hasta ellos. En las próximas horas los bomberos trabajarán para asegurar las paredes de las galerías y evitar otro posible desprendimiento, que sería fatal para los rescatistas. El proceso "será lento", avanzan.
"Estamos consternados"
El alcalde de la localidad, Albert Coberó, lamenta los hechos. "Estamos consternados, somos un pueblo minero y parte de la población trabaja o ha trabajado en la mina, por lo que cualquier accidente es trágico".
Además, ha precisado que hay mucho kilómetros de galerías y que tendrán que valorarse los hechos en base a la investigación que se realice. El Ayuntamiento de la localidad decretará dos días de luto.