Mató a la prima de su suegro el día que la llevaba a vacunar: “No sé por qué lo hice”
El asesino confeso de una mujer de 91 años explica cómo acabó con la vida de la anciana en un piso de Tarragona; piden 10 años de cárcel
3 marzo, 2023 12:37El asesino confeso de una nonagenaria de Tarragona ha reconocido los hechos ante el tribunal que lo juzga, pero ha declarado que no sabe “por qué” lo hizo, aunque no pudo “evitarlo”. Por este crimen, que ocurrió en marzo del 2021, cuando el acusado debía llevar a la víctima a vacunarla del Covid-19, la fiscalía le pide 10 años de prisión.
El procesado, de 71 años, ha explicado en sede judicial que se encargaba del cuidado de la mujer, prima de su suegro, desde 2011, cuando murió su hermano. El día de los hechos, se desplazó desde Barcelona hasta el piso de la mujer, sito en la calle Pin i Soler de Tarragona, para acompañar a la mujer a vacunarse, pero entró en el domicilio y algo se activó en su mente: “Todo estaba a oscuras, cogí la almohada, se la puse encima y la maté; no lo pude evitar, es una cosa que me pregunto mucho, no sé por qué no lo pude evitar”.
La esposa del acusado es la heredera
La víctima apenas se pudo defender porque el hombre no le dio opción, pero ha confesado que “intentaba causarle el menor daño posible, evitarle el sufrimiento”. Cuando retiró la almohada, se quedó un rato mirando el cadáver de la mujer, de 91 años, se fue al comedor, donde se sentó y, al cabo de un rato, regresó a casa y confesó el crimen. Su mujer y su hijo le acompañaron a la comisaría de los Mossos d’Esquadra. Todo ocurrió el 24 de marzo del 2021 y en las horas posteriores; desde el día 27 de aquel mes está en prisión provisional.
En cualquier caso, el autor confeso ha explicado que sufre depresión desde los 17 o 18 años –llegó a cogerse la baja por esta enfermedad antes de jubilarse—, que toma antidepresivos y que incluso trató de suicidarse al poco tiempo de entrar en prisión. No obstante, ha negado que cometiera el crimen por motivos económicos, porque no su familia no necesita dinero –él cobra la pensión de jubilación y su mujer, heredera de la víctima, tiene ahorros y diversas propiedades— y, de hecho, eso fue determinante para impedir su libertad provisional, ya que tenía recursos para fugarse. Asimismo, nunca se discutió con la fallecida, pero su relación cambió cuando la llevaron a los servicios sociales para que solicitase ayuda por vivir sola.
La defensa pide la absolución
Por estos hechos, el fiscal pide 10 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía tras contemplar las atenuantes de confesión y reparación. En cambio, la defensa pide la absolución y recuerda el trastorno depresivo de su cliente, pero la acusación sostiene que no se ha acreditado que en el momento de los hechos tuviera afectadas sus capacidades intelectuales. El acusado ya ha depositado la indemnización de 10.000 euros de responsabilidad civil requerida para sus familiares.