Diversas sociaciones de Barcelona han expresado su rechazo ante la previsión de que el centro de operaciones de las obras de ampliación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ocupen el parque Joan Miró, cercano a la plaza España, y cuyo tamaño es equivalente a cuatro manzanas del Eixample.
La Asociación de Vecinos del Eixample Esquerre, Camí Amic, AMPA Institut Ernest Lluch, AMPA Joan Miró, Eixample Respira y Jardins d'Emma han publicado un manifiesto donde critican la "total opacidad" con la que el Ayuntamiento y la Generalitat han tomado la decisión.
Arboricidio
Los impulsores de este manifiesto destacan que la instalación del centro de obras en medio del parque supondrá la pérdida de una tercera parte del espacio durante al menos cinco años y que se arranquen 170 árboles, entre ellos pinos con varias décadas de vida.
"El verde es un elemento fundamental para combatir los efectos del cambio climático, para mejorar la calidad del aire, para favorecer la biodiversidad urbana y proporcionar a los ciudadanos y ciudadanas de todas las edades espacios de juego, salud, refugio y bienestar", recoge el manifiesto.
"Impacto negativo en la calidad de vida del vecindario"
Las organizaciones piensan que la medida tendrá "un impacto negativo en la calidad de vida del vecindario" y de los usuarios de este espacio, sea para ocio, hacer deporte o pasear, y que compromete al resto del parque y la biblioteca, con un aumento además de contaminación acústica y polvo en suspensión.
"En una época en la que la emergencia climática es una de las grandes amenazas a combatir, para el vecindario es inaceptable que las administraciones destruyan un parque público que proporciona refugio, bienestar y salud", han señalado.
Precedente
Las obras en el parque de Joan Miró recuerdan a otro caso similar que colea desde hace casi un año en los jardines del barrio del Baix Guinardó --antes conocidos como Príncipe de Girona--, donde el consistorio de Ada Colau tenía previsto talar una treintena de árboles para instalar en pleno parque el mercado provisional de La Estrella, mientras duren las obras de este equipamiento del barrio de Gracia. Un proyecto que, por ahora, se encuentra en compás de espera --después de que el ayuntamiento dijera que se rectificaría--, y que también genera rechazo entre los vecinos y escuelas cercanas.