La acusación particular ha solicitado en una vista de medidas cautelares celebrada el martes el ingreso en prisión provisional para J. B. N., el profesor de batería de Quart para el que la fiscalía solicita 43 años de cárcel por presuntamente haber abusado de cinco alumnos de su academia.
Aunque el ministerio público y la defensa del acusado, el letrado Carles Monguilod, se oponen a esta medida por considerar que el riesgo de fuga está "neutralizado", así lo ha solicitado la acusación particular que ejerce el abogado Benet Salellas. Pide que el acusado ingrese en prisión provisional hasta que se celebre el juicio, que tendría que haber tenido lugar la semana pasada pero quedó suspendido por la huelga de los secretarios judiciales.
Su situación ha cambiado
Salellas alega que el hecho de que las pena que solicitan sean tan elevadas --43 años de prisión la fiscalía y 48 años la acusación particular-- supone un riesgo de fuga, teniendo en cuenta, además, que el procesado no tiene arraigo en Girona, puesto que ya no tiene relación con su familia ni con la que era su pareja.
En concreto, alega Salellas, la situación del acusado ha cambiado lo suficiente como para pensar que el día del juicio podría no comparecer en los tribunales. “Se ha quitado de encima tres propiedades”, ha expresado, según recoge el Diari de Girona. Además, ha añadido, si no han pedido esta medida antes es porque el caso empezó con una sola denuncia, a la que se sumaron otras cuatro víctimas. Por su parte, la defensa y la fiscalía sostiene que J. B. N. ha comparecido en los tribunales siempre que ha sido requerido y que ya ha depositado 50.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Abusos a cinco alumnos
Los hechos se produjeron entre 2009 y 2020 cuando el acusado impartía clase de batería en una conocida escuela de Quart. Según las acusaciones, el profesor se aprovechaba de la admiración que despertaba entre sus alumnos para presuntamente ofrecerles masajes, tocamientos y felaciones. La fiscalía sostiene que, al menos en una ocasión, estos hechos acabaron en penetración. Además de la elevada pena de prisión, el ministerio público solicita una indemnización de 10.000 euros para cada una de las víctimas en concepto de daños morales, mientras que la acusación particular, que ejerce el letrado Benet Salellas, ha elevado esta cifra hasta los 20.000.
Asimismo, el letrado solicita al acusado que devuelva el importe íntegro que cobró a las víctimas por las clases de batería y que haga frente al coste del tratamiento psicológico que han precisado estos jóvenes. En total, Salellas solicita que el acusado pague casi 150.000 euros, que incluye la indemnización para un sexto exalumno que también denunció al profesor por abusos pero cuyo caso ya ha prescrito.