Este lunes ha arrancado en la Audiencia Provincial de Barcelona el juicio contra M. A. G, un presunto depredador sexual, que ha admitido haber violado a dos jóvenes en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en verano de 2021. Aunque ha confesado estas dos agresiones sexuales consumadas, ha negado ser el autor otros tres intentos de violación que le imputa la fiscalía.

El procesado ha reconocido ante el tribunal que cometió dos violaciones a sendas chicas de 20 y 17 años tras estrangularlas hasta dejarlas semiinconscientes en los portales de sus casas. En ambos casos siguió el mismo modus operandi: las siguió de noche, se coló detrás de ellas en el interior del edificio, las agarró fuertemente por el cuello y después las agredió sexualmente.

Le robó la tarjeta de crédito

En el primero de los casos, según el escrito de acusación, siguió a la chica de 20 años cuando subía la escalera de su portal, la agarró por el cuello apretándolo con fuerza con sus brazos y le dijo “Si no te calles, te mato. No me importa”. Como consecuencia, la chica quedó semiinconsciente. Después de violarla le robó el móvil, el DNI, una tarjeta de crédito y le hizo una foto antes de abandonar el lugar.

En el segundo caso siguió a una menor de 17 años y se introdujo en el portal sin que la adolescente se diese cuenta. Una vez dentro, mientras la víctima esperaba el ascensor, la rodeó por el cuello con su brazo izquierdo y apretó con fuerza hasta dejarla semiinconsciente mientras gritaba “Vas a colaborar o te mato ahora mismo”. Después de que la chica se orinase encima del miedo, el agresor la soltó y le dijo: “Pica a tu casa y sube”.

Tres consiguieron huir

En el tercer caso asaltó a una joven de 19 años en el portal de su casa. Una vez dentro, recoge el escrito de acusación de la fiscalía, la agarró por el cuello dejando caer todo su peso sobre la chica, de forma que ambos cayeron al suelo. La joven logró gritar unos segundo antes de que él le tapara la nariz y la boca mientras le decía: “Cállate o te mato. Hago lo que tengo que hacer y me voy. Grita si quieres, pero yo te mato”. La joven, aparentando mantener la calma, aprovechó para caminar hacia la puerta del edificio y salir a la calle gritando auxilio, por lo que el acusado huyó del lugar.

El 11 de septiembre, tras entrar en el portal con una chica de 18 años, la empujó “lanzándola contra el suelo”. Una vez en el suelo le agarró el cuello y le tapó la nariz y la boca. Además, le propinó varios puñetazos en el rostro mientras le gritaba: “Cállate, no grites, te voy a violar y te voy a dejar ir”. Cuando el acusado sacó la mano de la boca de la víctima para bajarse los pantalones esta empezó a gritar muy fuerte, por lo que abandonó apresuradamente el lugar.

Violó a una menor

Finalemente, el 12 de septiembre de 2021 el procesado consumó la segunda agresión sexual. Al observar a una chica de 17 años que accedía a su portal la siguió, la agarró por el cuello y le dijo “Tranquilízate, no digas nada. No grites, te juro que te mato aquí mismo. ¿Ya sabes lo que quiero, no?”. Después de eso la violó y antes de irse le dijo “No llames a la policía, sé donde vives, te mataré”.

El acusado ha declarado que cuando cometió las dos agresiones consumadas había salido con sus amigos de fiesta, se había drogado y había bebido. Por el contrario, ha negado los otros tres asaltos que le atribuye la fiscalía.

Ellas lo reconocieron

Pese a que él ha negado tres de los cinco hechos que se le imputan, todas las víctimas --han declarado a puerta cerrada y tras una mampara-- lo reconocieron ante los Mossos d’Esquadra. Además, la policía autonómica también lo sitúa en el lugar de los hechos.

El autor confeso de, al menos, dos agresiones sexuales fue detenido después de robar el móvil y la tarjeta de crédito a una de las víctimas. La misma que utilizó posteriormente para realizar un pago en una web porno, lo que llevó a los agentes hasta él.

Piden 40 años de cárcel

El acusado ha depositado 10.000 euros en el juzgado para indemnizar a las víctimas de las agresiones sexuales que ha reconocido. Según él los ha reunido trabajando en la cárcel para reparar “el error” que asume que cometió. La fiscalía pide para él 40 años de prisión