Los Mossos d'Esquadra tratan de aclarar el motivo del secuestro de dos personas que este viernes fueron liberadas en un piso del barrio de Sant Gervasi de Barcelona. La principal hipótesis de los investigadores es que el secuestrador pretendía forzar el pago de una deuda económica que habían contraído las víctimas y que podría superar los 300.000 euros.
Tal y como avanzó en primicia Crónica Global, la policía autonómica acudió a la zona por el aviso de la supuesta toma de rehenes en la calle Amigó, donde se detuvo a tres personas y se liberó a otras dos, un hombre y una mujer, que estaban retenidas. Nadie resultó herido.
De origen chino
Hacia las cinco de la tarde del viernes, los Mossos d'Esquadra recibieron el aviso de que había una persona presuntamente retenida en un domicilio del número 39 de la calle Amigó. El Grupo Especial de Intervención (GEI) y los negociadores de la Unidad de Secuestros y Extorsiones establecieron un dispositivo alrededor del inmueble y más tarde iniciaron las negociaciones con las personas que había en el domicilio, todas de origen chino.
Hasta el lugar se personaron el comisario jefe de Mossos, Eduard Sallent, y el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle.
A la espera de pasar a disposición judicial
Al ver que no fructiferaban las negociaciones, la policía organizó un operativo para entrar en el piso, donde se oyeron algunas detonaciones, probablemente de granadas aturdidoras. El operativo concluyó alrededor de las 20.30 horas, con tres detenidos y los dos rehenes liberados.
Los agentes lograron detener a los tres secuestradores, que llevaban armas de fuego, y liberar a los dos secuestrados, sin que nadie resultara herido. Por su parte, los arrestados permanecen en comisaría, a la espera de pasar a disposición judicial en las próximas horas, probablemente el domingo o el lunes, explican fuentes policiales a Efe.