La ergonomía es lo que permite diseñar y organizar el lugar de trabajo para que sea cómodo y eficiente. Implica tener en cuenta las necesidades físicas, mentales y emocionales del trabajador para crear un entorno de trabajo seguro y productivo. La ergonomía es especialmente importante cuando se trata del trabajo de oficina, ya que este tipo de dedicación a menudo puede implicar largas horas frente a un ordenador o en una mesa. Al aplicar principios ergonómicos, puedes reducir la fatiga, aumentar la productividad y mejorar tu salud general en el trabajo.

Trabajar en una oficina puede ser muy cansado si el entorno no es ergonómico. Para asegurarte de que tu trabajo sea productivo y eficiente, es importante practicar una buena ergonomía. Esto significa crear un diseño de oficina que soporte tu cuerpo y te permita trabajar cómodamente durante largos períodos de tiempo. A continuación os damos cinco consejos esenciales para la ergonomía en la oficina que todos debemos tener en cuenta.

Coloca bien la pantalla

Ajusta el monitor de tu ordenador a la altura y distancia con la que te sientas más cómodo. Quienes pasan muchas horas trabajando en sus ordenadores sufren frecuentemente dolores de cabeza, dolor de cuello y columna, fatiga visual y dolor de espalda. Para evitar estos problemas ajusta la pantalla de tu ordenador para que no esté demasiado baja, demasiado alta o demasiado lejos de tu cuerpo. De esta manera, favoreces una buena postura sentado en el escritorio. La elección de una buena silla, como las que encuentras en ofichairs es un punto de inicio que facilita la labor.

Un escritorio ajustable

Trabajar en un escritorio puede ser incómodo y provocar problemas músculo-esqueléticos. Para evitar esto, es importante crear un espacio de trabajo ergonómico con escritorios y sillas ajustables que estén configurados adecuadamente para tu tipo de cuerpo. Los escritorios ajustables dan flexibilidad y te permiten cambiar entre las posiciones de sentado y de pie a lo largo del día. Esto ayuda a reducir la fatiga y mejora la postura. Al elegir un escritorio ajustable, busca uno que tenga suficiente espacio para el ordenador, los accesorios y otros artículos que puedas necesitar en tu lugar de trabajo. No hay nada más asfixiante que no poder dejar adecuadamente nuestros artículos.

Una silla adaptable

Al seleccionar una silla para tu espacio de trabajo, busca una con ajustes de altura e inclinación para que puedas mantener una postura saludable mientras trabajas. Asegúrate de que los reposabrazos también sean ajustables para que puedas descansar los brazos en una posición cómoda mientras usas el ratón. Con las configuraciones adecuadas de sillas y escritorios ajustables, puedes crear un espacio de trabajo ergonómico que te ayudará a mantenerte productivo durante todo el día.

Cumple con los descansos

No solamente debemos tener el material adecuado y correctamente configurado a nuestras necesidades. Es extremadamente importante realizar ciertos descansos, de manera periódica, levantándote de tu zona de trabajo y moverte libremente. No trates de prolongar el tiempo de trabajo más de lo debido, ya que tu musculatura se va a resentir. De la misma manera, el rendimiento comenzará a caer en picado. Por tanto, haz descansos frecuentes, aunque breves, antes que largas jornadas delante de la pantalla.

Cuida tu postura

Piensa que, a la hora de trabajar, no puedes permitirte ciertas posturas demasiado desenfadadas. En consecuencia, siéntate bien en la silla y no te reclines en exceso. De esta forma, no solamente vas a estar más concentrado, sino que tu cuerpo no sufrirá de manera constante por estar en una mala postura. En definitiva, se trata de apostar por una correcta posición de trabajo, dejando de lado malos hábitos. Además, aquí tenéis más ideas que van a ayudarte a conseguirlo.

La ergonomía mejora la productividad, reduce la fatiga y el estrés y previene lesiones. El diseño ergonómico adecuado de un espacio de trabajo ayuda a garantizar que el mobiliario y el equipo estén colocados correctamente para reducir la tensión en el cuerpo. También favorece la creación de un entorno orientado a la comodidad y la colaboración entre compañeros de trabajo. Al considerar la ergonomía en el diseño de un espacio de trabajo, estableceremos un entorno óptimo y, al mismo tiempo, reduciremos el riesgo de lesiones. Esto dará como resultado un incremento de la productividad.

Invertir en ergonomía supone hacerlo en la salud laboral del trabajador. Además, se trata de una inversión que sale bastante rentable, ya que minimiza el riesgo de lesiones y, por tanto, el de bajas laborales. Así, la empresa favorece un ambiente ergonómico en nuestro trabajo y mira por la salud de todos los empleados, por adoptar un estilo laboral sano. Esta serie de medidas son las más acertadas que podemos llevar a cabo.

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