Uno de los cuatro detenidos por el crimen de Carmen Font Senen, la enfermera supervisora de la unidad de Diálisis de la Clínica Girona asesinada durante un robo en su casa el 25 de septiembre de 2020, saldrá en libertad bajo fianza de 7.500 euros después de que la Audiencia Provincial de Girona estimara el recurso presentado por su abogado. Se trata del segundo investigado que saldrá en libertad bajo fianza: la primera fue la esposa de este, compañera de trabajo de la víctima.
El sospechoso cumplía prisión preventiva desde noviembre de 2020. Si bien la investigación apunta que este investigado participó en la planificación del asesinato de Font, nunca estuvo en el domicilio en el que se cometió el crimen, según apunta la agencia ACN.
La asfixiaron
El 30 de noviembre de 2020, dos meses después del asesinato de la enfermera, los Mossos d’Esquadra detuvieron a cuatro personas por su presunta vinculación con los hechos. Tras pasar a disposición del juzgado número 2 de Girona, decretó el ingreso en prisión sin fianza para todos ellos. Dos de los arrestados, el matrimonio --ella era compañera de Font--, presuntamente idearon el plan para robar el dinero que guardaba la víctima en su domicilio de la calle Barcelona con ayuda de dos conocidos que también pasaban penurias económicas.
Según la investigación de Mossos d'Esquadra los asaltantes pidieron una cita en la clínica de podología que la víctima tenía en su propia casa con un nombre falso. Así, los amigos del matrimonio accedieron al interior golpearon a la víctima, la ataron con bridas y, finalmente, la asfixiaron. Mientras tanto el marido de la compañera de Font esperaba en las inmediaciones del domicilio e informaba a su mujer de lo que iba sucediendo.
"No estuvo presente"
Ahora, la Audiencia de Girona argumenta que el investigado “no estuvo presente en el momento en el que se causó la muerte de la víctima y que no consta que los autores materiales portaran armas o algún tipo de instrumento peligroso que pudiera inferir esta posibilidad”. Sostiene que, aunque se ejerció el uso de la violencia durante el robo para conseguir las claves de las cajas fuertes, no se podía prever “con la probabilidad requerida” que la víctima pudiese fallecer.
Además, aprecia que “la debilidad de los indicios de la participación” del matrimonio en el delito de asesinato --le atribuyen el de robo con violencia y detención ilegal-- “hacen que la gravedad de los hechos que se le atribuyen se vea ostensiblemente reducida”, por lo que la prisión provisional sin fianza ya no es necesaria para evitar su huida.