Medicamentos para niños creados con una impresora 3D. Esta es una realidad que el Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona comenzará a estudiar durante las próximas semanas en el primer ensayo clínico con un fármaco de este tipo en el ámbito pediátrico europeo.
El trabajo, en el que el centro sanitario colaborará con la Universidad de Santiago de Compostela y la empresa FabRx, tiene como objetivo probar “la eficacia, la tolerabilidad y el nivel de aceptación” del medicamento, así como ayudar a dosificarlo “de forma personalizada para cada paciente” dependiendo de su peso y sus características clínicas.
Fármaco semisólido y mordible
La jefa de la Sección de Farmacia del Hospital Infantil y Hospital de la Mujer de Vall d’Hebron, Maria Josep Cabañas, ha afirmado que “los jarabes pueden tener un sabor desagradable” y que, por ello, han trabajado para que los medicamentos impresos “tengan un sabor que enmascare el principio activo”.
Según ha señalado la entidad en un comunicado, la impresora 3D permite fabricar fármacos con formas semisólidas y mordibles a partir de este principio activo combinado con excipientes adecuados. El producto final tiene un aspecto similar al de una gominola, cuyos olores y colores pueden ser modificados en función de la preferencia de cada niño.
Podría llegar a adultos
El hospital no descarta aplicar el ensayo clínico en adultos, especialmente en aquellos casos en los que puedan existir problemas de deglución y sea necesario ajustar la dosis según el paciente. No obstante, por el momento el estudio se centrará en infantes y adolescentes de entre 6 y 18 años.
Tal como ha indicado Cabañas, quien también es investigadora del grupo de Farmacia Básica, Traslacional y Clínica de Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), "hasta ahora eran las familias quienes tenían que dosificar el fármaco midiendo el volumen de jarabe, pero este nuevo método es mucho más cómodo y evita posibles errores en las dosis que se administran".