Xavier Albó, el jesuita catalán defensor de los pueblos indígenas de Bolivia, ha muerto en el país andino a los 88 años. El catalán ha fallecido a causa de un accidente cerebrovascular del que estaba siendo tratado en la residencia Nuestra Señora de la Esperanza de Cochabamba, una ciudad situada en el centro de Bolivia. 

La Compañía de Jesús en Bolivia comunicó la muerte del jesuita mediante un comunicado en la red social Facebook. "La Compañía de Jesús en Bolivia desea comunicar que Xavier Albó, sí ha partido a la casa del Dios y recibe de él un abrazo amoroso. Damos gracias por la vida compartida con nuestro compañero", rezaba el texto. 

Defensor de los pueblos andinos

Nacido en La Garriga, Albó se trasladó a Bolivia cuando tenía solo 17 años. El jesuita, que se definía a sí mismo como sociolingüista, dedicó su vida al estudio e investigación de los pueblos indígenas y de las poblaciones rurales del país, que defendió a ultranza. 

La defensa de los pueblos andinos, especialmente de los quechuas y de los aimarás, le supuso algunos problemas en el país. No obstante esto no supuso un freno para el jesuita, que desarrolló diversos proyectos para ayudar a estas comunidades, como el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA). 

Recuerdan al jesuita

Varias personalidades bolivianas han lamentado el fallecimiento de Albo, que ya sufrió un accidente cerebrovascular hace siete años y tuvo que ser intervenido. El presidente del país Luis Arce destacó que la vida del jesuita "fue el claro ejemplo de que la revolución y la religión pueden ir de la mano".

El exmandatario Evo Morales se refirió a Albó como un "religioso e intelectual comprometido con la lucha por la dignidad" de los pueblos indígenas y resaltó que su pensamiento "sirvió de base para la construcción del Estado Plurinacional" en Bolivia.