Después de tres días de registro, el Equipo de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil, que se desplazó desde Madrid para dar apoyo a la Unidad Orgánica de la Policía Judicial en este caso, ha abandonado este viernes la vivienda de Jorge F., el actor de Barcelona investigado por acabar con la vida de su pareja en 2021, descuartizarla y enterrar sus restos en una finca de Pontons, comprada para este fin.
Este equipo de élite, que trabajó en las búsquedas de Diana Quer y de Gabriel Cruz el pescaíto, ha revisado minuciosamente el bajo situado en el número 430 de la calle Castillejos, en el barrio del Baix Guinardó, durante tres días. Los investigadores han centrado sus esfuerzos en este punto dado que, según fuentes cercanas al caso, es aquí donde creen que convivió la pareja y donde él acabó con la vida de ella.
El actor, ausente
Este equipo especializado en inspecciones oculares, que tiene su base en Madrid y se desplaza a otros puntos del territorio nacional cuando es requerido, ha viajado hasta Barcelona para revisar palmo a palmo el domicilio del que es propietario Jorge F. desde 2018, un bajo comercial que remodeló para convertir en vivienda. El modesto local albergó una autoescuela y una farmacia antes de que el actor se instalara en él, según relataron a Crónica Global los vecinos de la zona.
El autor confeso, que cumple prisión provisional en Brians 1, solo estuvo presente durante el primer día, pero pidió no regresar, dado que su presencia en los registros es voluntaria. El jueves y el viernes en el bajo de Castillejos con Josep Ciurana solo estuvo presente su abogado de oficio, en representación de su defendido.
Registro en dos viviendas
Los agentes han abandonado el bajo con varios bultos que contendrían las pruebas que arrojarán luz sobre lo que sucedió en el domicilio y que serán incluidas en la instrucción de este caso de violencia de género. No fue el único domicilio del investigado que los agentes han revisado, dado que durante varias horas inspeccionaron también también otra vivienda de Jorge F. en Travessera de Gràcia.
Jorge F. confesó que acabó con la vida de su pareja, pero aseguró que lo hizo para “ayudarla” puesto que la mujer, de 42 años y nacionalidad española, quería suicidarse. Sin embargo, los investigadores dudan de esta versión y tratan de esclarecer qué fue lo que sucedió, por lo que se han centrado en recuperar restos biológicos que ayuden a saber si la muerte fue violenta. Incluso su abogado reconoció que le defensa del autor confeso de este “macabro” crimen “no será fácil”, dado que descuartizó y escondió el cuerpo en una finca que compró para tal efecto en el municipio de Pontons.
La enterró en Pontons
El crimen ha salido a la luz gracias a los vecinos de las fincas colindantes y a la tenacidad de Jorge Diaz Cànovas, teniente alcalde, de la pequeña localidad. Poco después de que el investigado comprara una finca a la que no se puede acceder en coche, en un lugar apartado y boscoso, comenzó a cavar un hoyo con el pretexto de colocar una fosa séptica. Sin embargo, después de excavar “con un pico y una pala” durante tres días seguidos, según explicó Josep Tutusaus, el alcalde de la localidad a Crónica Global, tapó el agujero y desapareció.
Lo que puso en alerta a los vecinos fue la forma en la que lo hizo, puesto que sobre el montículo de tierra colocó varias plantas de lavanda y valló el perímetro, lo que le daba la apariencia de un pequeño cementerio. “La tumba era tan evidente que solo le faltaba una cruz y un nombre”, expresó el alcalde. Por eso, después de que los vecinos lo pusieran en conocimiento del consistorio, el teniente consiguió que el Seprona acudiese a la propiedad. Tras revisarla y comprobar que podría tratarse de un delito medioambiental o el enterramiento ilegal de un animal, removieron el terreno con una orden judicial. Allí encontraron los restos de una mujer, repartidos en varias bolsas de basura a casi dos metros de profundidad.