Barcelona, epicentro del crimen de Pontons: la Guardia Civil registra la casa del asesino confeso

La Guardia Civil sitúa en Barcelona el epicentro del crimen de Pontons, municipio en el que los agentes desenterraron el cadáver descuartizado de una mujer la semana pasada. Este miércoles, los efectivos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial del instituto armado, con apoyo del ECIO (Equipo de Inspecciones Oculares) del Servicio de Criminalística, están registrando uno de los domicilios del detenido y asesino confeso en la capital catalana, donde se cree que el sospechoso y la víctima convivieron.

Fuentes de la investigación detallan a Crónica Global que los registros van "para largo" y pueden prolongarse "varios días". De hecho, cuando se desenterraron los restos humanos, los investigadores ya realizaron una primera inspección ocular en uno de los domicilios barceloneses del detenido, Jorge F., en el que hallaron pertenencias personales de la mujer que se cree que es la víctima (los análisis de ADN confirmarán esta hipótesis), así como abundante material como dispositivos de almacenamiento y teléfonos móviles.

"Solo faltaba una cruz y el nombre"

El registro de este miércoles, por el contrario, tiene lugar en otro de los domicilios del detenido (con presencia de este), según ha comunicado la Guardia Civil. En este piso, muy próximo al Hospital de Sant Pau i la Santa Creu, los agentes creen que el arrestado y la supuesta víctima convivieron, por lo que esperan hallar los indicios suficientes para el esclarecimiento de los hechos. Sospechan que ambos mantuvieron algún tipo de relación, ya fuese sentimental o comercial.

Las investigaciones que condujeron a la detención de Jorge F. comenzaron en noviembre, gracias a las sospechas de los vecinos de Pontons de que este hombre había realizado un enterramiento en una parcela comprada recientemente en esa localidad. “La tumba era tan evidente que le faltaba una cruz y un nombre”, explicó a este medio el alcalde, Josep Tutusaus.

Registro del piso del sospechoso del crimen de Pontons / CG

Sin rastro de la mujer

Según los investigadores, el detenido excavó en octubre un hoyo de dos metros de profundidad, con pico y pala, y aunque comentó a sus vecinos que era una fosa séptica para instalarse allí con una autocaravana, la tapó de un día para otro de manera repentina, plantó lavanda encima y cercó el montículo para evitar el acercamiento de animales. Nunca más ha aparecido por Pontons.

Por su parte, en cuanto la Guardia Civil sospechó que bajo tierra se encontraban restos humanos, realizó las gestiones para localizar al propietario de esa parcela de Pontons convertida en camposanto. Fue adquirida por un hombre y por una mujer. De ella no encontraron rastro de ningún tipo, ni tampoco movimientos bancarios.

Pendientes del ADN

Creen los investigadores que la muerte se produjo en 2021 y que sus restos permanecieron ocultos en un congelador durante meses. Sin embargo, la policía coteja ahora su ADN con el de un familiar para confirmar que la víctima se trata de quien se sospecha, porque nadie la ha echado de menos ni ha denunciado su desaparición.

Asimismo, el único sospechoso del crimen fue detenido en Barcelona e ingresó en prisión.