Los ciudadanos de Girona que acudieron a celebrar el Fin de Año a las escaleras de la Catedral de Santa Maria de Girona no pudieron escuchar las campanadas debido a que el ayuntamiento no colocó altavoces, tal como ha informado el Diari de Girona.
La institución los utilizó por última vez en 2019 y dejó de hacerlo después de la pandemia del coronavirus. Aquellos que se reunieron en la plaza de los Apóstoles, en el lateral de la iglesia, sí que pudieron oír las campanas con normalidad.
Problemás técnicos
Fuentes de la catedral han explicado al medio gerundense que, aunque las campanas sonaron como siempre y como estaba previsto, fue un problema técnico lo que causó el incidente. Los afectados tuvieron que improvisar y realizar "sus propias campanadas" al margen de la hora real.
La entrada del edificio religioso reunió a la mayoría de las 200 personas que se reunieron para comerse las uvas, que tampoco pudieron disfrutar del tradicional concierto de Año Nuevo que hasta hace unos años tenía lugar en la plaza de Sant Domènec. Algunos vecinos se quejaron en redes sociales de la ausencia de este evento, que, al igual que el uso de los altavoces, dejó de llevarse a cabo en los tiempos posteriores a la pandemia.