Los sindicatos educativos lo avisaron: si la Conselleria de Educación no revertía los recortes, volverían a movilizarse. Así lo han anunciado este viernes desde la parte social, que han convocado una nueva huelga en el sector para los días 25 y 26 de enero de 2023, coincidiendo con la de médicos. Tal y como avanzó Crónica Global, es una opción que tenían encima de la mesa después de que el departamento que dirige el conseller Josep Gonzàlez-Cambray no haya movido ficha para mejorar sus condiciones laborales.
Así pues, las reiteradas reuniones no han derivado en avances pese al acuerdo alcanzado entre ambas partes el pasado septiembre, cuando pactaron desconvocar dos huelgas educativas a cambio del retorno de la hora lectiva y de empezar un proceso de negociación “real”. Ante este panorama, el colectivo vuelve a las calles. "El retorno de los recortes parece un hito que no llega nunca", ha denunciado la portavoz de la plataforma sindical y de Ustec, Iolanda Segura.
Los presupuestos para 2023
El plazo para negociar se ha agotado, junto al tercer trimestre de los alumnos, y el Departamento de Educación "no ha hecho una oferta creíble" ni tampoco ha hecho un esfuerzo por incluir partidas presupuestarias en las cuentas para 2023. "Hemos decidido volver a las movilizaciones si no se consiguen objetivos de retorno de alguno de los recortes de cara a los nuevos presupuestos", han manifestado en una rueda de prensa.
Así pues, enero no será un mes fácil para el Govern, pues los dos sectores "más perjudicados por la crisis económica y dos pilares básicos" han hecho coincidir su huelga para el 25 y 26 de enero. "Queremos una escuela pública de calidad, con los recursos necesarios y recuperar nuestros derechos laborales", han espetado.
La gota que colma el vaso
Asimismo, desde los sindicatos lamentan que "las condiciones laborales no sean prioridad" para un Govern que siempre les tiene en el punto de mira. El último ejemplo se dio en el anuncio de los resultados de las pruebas de competencias básicas, cuando la Administración ponía el foco en la formación de los profesores para mejorar el nivel de los alumnos que se ha reducido de forma considerable. Especialmente en las materias de matemáticas, inglés y catalán, tanto en primaria como en secundaria. "Nunca hacen autocrítica de las políticas educativas, de la falta de recursos y de inversión", critica Segura.
Cabe recordar que, para la Conselleria, los malos resultados son un reflejo de la pandemia. Algo que ha influido, pero no es la única razón: "No decimos que no influya, pero también queremos hacer crítica a cómo se gestionó, con muy pocos recursos, sin querer reducir ratios y poner más personal de atención al alumnado. A cambio, optaron por medidas restrictivas", recuerdan.