Centro penitenciario de Puig de les Basses, en Figueres, donde ha aparecido ahorcado el acusado de una brutal agresión sexual a un niño en L'Escala  / GENERALITAT DE CATALUÑA

Centro penitenciario de Puig de les Basses, en Figueres, donde ha aparecido ahorcado el acusado de una brutal agresión sexual a un niño en L'Escala / GENERALITAT DE CATALUÑA

Vida

Aparece ahorcado el acusado de una brutal agresión sexual a un niño en L'Escala

En 2013 fue condenado por intentar matar a su padre, asfixiándolo con un cojín

23 diciembre, 2022 16:24

Miguel Ángel Moreno, autor del brutal ataque sexual a un niño de 11 años en l’Escala (Girona) en mayo de 2021 ha aparecido muerto en su celda, en la cárcel de Figueres (Girona), por causas que todavía se investigan. Según han explicado fuentes penitenciarias a Crónica Global, era un interno conflictivo y con poca relación con los demás presos. Sin embargo, de momento se descarta cualquier hipótesis, ya que podría tratarse de un suicidio.

Los funcionarios del centro penitenciario encontraron al hombre, de 56 años, ahorcado en su celda el pasado viernes. Días antes, el juzgado de Figueres le había comunicado el procesamiento por la agresión sexual al niño, a quien asaltó brutalmente en plena calle mientras iba en bicicleta a la escuela.

Daños físicos y morales

Moreno no pudo culminar su agresión al menor, ya que un vecino, que presenció los hechos, evitó el peor de los desenlaces gritando y haciendo que el agresor huyera del lugar. El niño sufrió heridas en la cara y necesitó ser atendido en el hospital de Figueres, donde los facultativos activaron el protocolo por agresiones sexuales y un forense lo examinó.

El juez decidió ordenar el embargo de todos sus bienes para cubrir los 22.223 euros de indemnización por daños físicos y morales que ocasionó a la víctima, a quien tumbó, golpeó y desvistió brutalmente.

Intentó matar a su padre

El interno tenía un importante historial criminal. En el año 2013 fue condenado a un año y 10 meses de prisión por dos delitos de maltrato en el ámbito familiar, por pegar a sus padres, aunque inicialmente se enfrentaba a una pena de 16 años por intento de homicidio, ya que intentó matar a su padre asfixiándolo con un cojín.

Finalmente, Moreno retiró el cojín antes de acabar con su vida, algo que según reconoció ante el tribunal, era un "deseo", que había tenido "toda la vida". Por tanto, a modo de advertencia, atacó a su progenitor para que quedase claro que "lo podía haber matado" y, si no lo hizo, fue porque en el fondo lo quería". A raíz de su declaración, el juez entendió que no se le podía condenar por intento de homicidio