En una sociedad donde cada vez más consumidores buscan productos naturales con propiedades calmantes, el CBD puede ser el elemento central de una gama de productos de consumo diario. Estos nuevos mercados, más o menos prometedores según el segmento, no responden a una lógica terapéutica y no puede ser asimilado a ninguna forma de legalización de estupefacientes. Por esta razón, es relevante hablar de un mercado del "cáñamo de bienestar".

Demanda de productos relajantes de origen natural

En su Libro Blanco sobre el "cáñamo de bienestar" publicado el 20 de abril de 2020, el sindicato profesional del cáñamo del país vecino (SPC) distingue varias formas de consumir CBD: ya sea por vía oral o sublingual (productos alimenticios, aceite CBD), ya sea a través de la piel (lociones, cremteas, bálsamos) o por inhalación (e-líquidos, flores de CBD, entre otros). Los productos de alimentación constituyen una de las gamas más variadas. Se pueden encontrar cereales, infusiones, aceites, proteínas en polvo, pasteles, tés, cervezas, dulces, chocolate, chicles, o gominolas. Muchos de estos usos corresponden a productos de consumo habitual, para los cuales, los usuarios españoles son cada vez más exigentes de ingredientes de origen natural. Los estudios de mercado realizados cada año por los profesionales del CBD han demostrado un dinamismo creciente de productos alimenticios y cosméticos a base de cáñamo y/o cannabidiol.

En Francia, la facturación de las ventas en tiendas "orgánicas" de productos alimenticios elaborados con cáñamo fueron de 3,76 millones de euros en 2017 y 10 billones de euros en 2018, sumando todos los productos ecológicos. Por lo que todo hace pensar que, España seguirá el mismo camino, sobre todo, teniendo en cuenta que España es el país con más porcentaje de cultivo orgánico de toda la Unión Europea (Fuente intotheminds(.)com - Investigación del mercado en el sector de los productos ecologicos).

Lo natural frente a lo químico

A este apetito por los productos naturales se suma la búsqueda del consumidor de soluciones no farmacológicas para problemas de bienestar, como el estrés, el sueño o el dolor. Vivimos en una sociedad estresada y, los países europeos son grandes consumidores de ansiolíticos y somníferos y, según la Sociedad Española de reumatologia, un 25% de la población sufriría de algún dolor articular (Fuente: Inforeuma.com).

Sin embargo, los consumidores no buscan necesariamente resolver estos problemas con soluciones médicas y puede recurrir a productos con efectos secundarios menos graves que los asociados con el uso de medicamentos. De hecho, la creciente renuencia de muchas personas por recurrir a productos percibidos como "químicos" explican en gran parte el fuerte crecimiento del mercado de complementos alimenticios, que representaba 2.000 millones de euros en 2019 (se ha multiplicado por 2 en 10 años).

Un mercado maduro

En este conjunto, los suplementos con melatonina, molécula con virtudes sedativas y calificada como "la hormona del sueño", representa, después de algunos años comercializada, un mercado de 70 millones de euros.

Por ello, consideramos que, si se produce de forma natural y se presenta como completo alimentario, el CBD, una molécula con propiedades calmantes, podría cubrir perfectamente las necesidades de un número creciente de consumidores.

Los complementos alimenticios con CBD

Según el artículo 2 de la Directiva 2002/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 10 de junio de 2002, la definición de los complementos alimentarios es la siguiente: "productos alimenticios que tienen como objetivo, complementar la dieta normal y que constituyen una fuente concentrada de nutrientes u otras sustancias, teniendo un efecto nutricional o fisiológico solos o combinados, y comercializados de forma dosificada”. Encontramos entre los complementos alimentarios vitaminas, minerales, sustancias para fines nutricionales o fisiológica, así como plantas o preparaciones a base de hierbas. La presencia de efectos fisiológicos en determinados suplementos dietéticos puede asimilarlos a medicamentos por función, por lo que están sometidos a la normativa específica de estos productos (autorización de comercialización, en particular).

Con respecto al CBD, los representantes de la SEIC (Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides) reafirmó su deseo de que surja un mercado de “bienestar” distinto al “terapéutico”. En la medida en que ya exista un medicamento de CBD (Epidiolex), sería conveniente que las autoridades reguladoras nacionales reflexionaran sobre la conveniencia de determinar estándares de producción que permitan garantizar a los fabricantes que su producto dejará de ser considerado un medicamento. Tras un reglamento europeo (432/2012, del 16 de mayo de 2012) que autoriza declaraciones sobre la presencia de melatonina en los alimentos, se autorizaron en España complementos alimenticios que contienen dosis bajas de melatonina (límite de 2 miligramos establecido).

Perspectivas de crecimiento

La aparición de un nuevo mercado despierta naturalmente un entusiasmo propicio para la difusión de hipótesis optimistas de desarrollo. En este sentido, las audiencias realizadas por la misión de investigación han establecido que las perspectivas de crecimiento de un mercado español de "cáñamo del bienestar" son reales a pesar de las dificultades asociadas con la evaluación cuantificada de este potencial. Las comparaciones internacionales muestran, en primer lugar, una innegable dinámica en las ventas de productos que contienen CBD.

Según la firma Deloitte en Estados Unidos (Informe de Deloitte Canadá "Fomentando un nuevo crecimiento”), la facturación de todos los productos combinados de CBD, podría alcanzar los 16 mil millones de dólares en 2025, lo que representa un crecimiento considerable en comparación al volumen de negocios alcanzado en 2019, aproximadamente 1.900 millones de euros (Cifra facilitada por la firma de análisis estadounidense BDSA, miembro de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis, en mayo de 2019).

Estimaciones

Con respecto a Europa, la Asociación Europea de Cáñamo Industrial (AECI/EIHA En inglés: European Industrial Hemp Association) fundada en 2000 en Alemania y ahora con sede en Bruselas, representa los intereses de los fabricantes de cáñamo a nivel de la Unión Europea, desde el procesamiento hasta la distribución de productos terminados. Estima AECI que el mercado de CBD podría representar entre 3.000 y 3.500 millones de euros en todo el continente de aquí a 2023-2025, en un escenario establecido en base a una suposición del levantamiento de las restricciones regulatorias.

El incremento sería espectacular en comparación con el período actual. Según una encuesta realizada por la Asociación, la facturación lograda en las ventas de productos de CBD por 53 empresas en 24 países europeos ascendió a 130 millones de euros en 2019, frente a los 90 millones de euros en 2018 (para 45 empresas encuestadas). De acuerdo con los elementos comunicados por dicha asociación, el sector de los complementos alimenticios debería ser el principal beneficiario del crecimiento del mercado, con una facturación estimada de 1.000 millones de euros para 2030 para productos de CBD en un mercado mundial de complementos alimenticios estimado en al menos 18,5 mil millones de euros (frente a 12,6 mil millones de euros en 2019). En lo que respecta, más concretamente, a la situación en España, no se proporcionó a la misión investigadora ninguna evaluación cuantificada global. Sin embargo, en cuanto a los complementos alimenticios, los profesionales estiman que el CBD podría, desde el primer año, generar una facturación de 30 millones de euros, rendimiento que se espera que crezca más del 10% anual en los años siguientes.

Proyecciones alentadoras

En una suposición optimista, el mercado europeo de complementos alimenticios alcanzaría más de 30.000 millones de euros en 2030. Obviamente, no es seguro que el crecimiento sea lineal, las proyecciones no tienen en cuenta los sobresaltos que debería experimentar el mercado durante su desarrollo y que ya se han observado en mercados más maduros (Estados Unidos y Canadá). Sin embargo, en general, la tendencia al alza no debe cuestionarse. En este sentido, el ejemplo del mercado francés de cigarrillos electrónicos ha demostrado que las fases de crecimiento no siempre estuvieron exentas de repercusiones vinculadas a los ‘niveles de madurez’.

Aquí nuevamente, el CBD podría ser uno de los factores que estimulan el mercado: según el SPC, los e-líquidos de CBD ya representaban una facturación de 100 millones de euros en 2018 y Francia ya podía contar con una red de varios cientos de distribuidores (entre 400 y 600 en todo el territorio). Entre las hipótesis que se barajan para seguir desarrollando el mercado de los cigarrillos electrónicos, destaca la implicación de los estancos, que pueden contar con una red tradicional de cerca de 25.000 puntos de venta, modelo que se podría replicar en España. Sobre este último punto, la Confederación de estancos, confirmó su interés por el CBD y su deseo de desarrollar su presencia en el mercado de los cigarrillos electrónicos, que todavía hoy es limitado (alrededor del 20%). Finalmente, con respecto a los cosméticos, parece que el mercado europeo de CBD todavía es embrionario a día de hoy. Es cierto que el SPC ha indicado que algunas marcas internacionales están comenzando a integrar CBD en sus líneas de productos, pero están aún muy prudentes. Las restricciones regulatorias, principalmente de origen europeo, que pesan sobre el uso de “extractos de cannabis” en cosméticos, probablemente jueguen un papel en la reticencia de las empresas en cuestión.

Pero, el mercado del CBD está en evolución constante y, en España, desde el año pasado, empresas como CBDacasa comercializan cosméticos con CBD, flores y aceite CBD para el Bienestar

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