La Audiencia de Barcelona ha desestimado controlar con una pulsera telemática a Carles S., el pederasta que cumplió su condena el pasado 25 de noviembre por los abusos que cometió en 2015 en Terrassa y Matadepera y que volvió a actuar en una piscina de Sant Vicenç de Castellet el pasado mes agosto, mientras estaba en libertad condicional.
Aunque la Fiscalía planteó la iniciativa debido al “alto riesgo de reincidencia” que existía y el juez de vigilancia dio el visto bueno, fuentes judiciales han informado a Efe de que ahora la sección novena de la sala ha rechazado la propuesta. El acusado deberá seguir un curso de reeducación sobre violencias sexuales, comparecer periódicamente ante la autoridad judicial y tendrá prohibido acercarse a lugares frecuentados por menores de edad.
No ha entrado en prisión de forma preventiva
En 2016, la Audiencia condenó a Carles S. por abusar sexualmente de cuatro menores en Terrassa y le sentenció a 14 años de cárcel (con un máximo de siete y medio de cumplimiento efectivo) y a otros siete de libertad vigilada. El sujeto, de 55 años, se encontraba en libertad condicional (a la que se puede acceder tras cumplir tres cuartas partes de la pena en prisión) el pasado agosto cuando fue detenido por supuestamente volver a abusar de otras niñas en Sant Vicenç de Castellet.
Tras estos hechos, el juez de Manresa explicó la situación al juzgado de vigilancia penitenciaria, que, aunque sí le fijó comparecencias ante la justicia y revocó la libertad condicional al condenado, no consideró que este tuviera que volver a entrar en prisión de forma preventiva, tal como solicitaban las familias denunciantes. Por el momento, el sospechoso ha pasado a vivir en lo que se conoce como "recurso residencial de la comunidad", gracias a una entidad que lo acoge, y hasta 2027 no podrá acudir a los dos municipios del Vallès Occidental donde cometió los delitos de hace 7 años.