El activista impulsor y líder de la Casa Cádiz de Barcelona Lagarder Danciu se sentará este martes en el banquillo de la sección 2ª de la Audiencia Provincial de Barcelona como presunto autor de abusos sexuales a un joven que vivía en el edificio okupado.
El escrito de acusación de la fiscalía, que pide para Danciu 11 años de cárcel y que indemnice a la víctima con 20.000 euros, recoge que la víctima abandonó su país de origen cuando era menor de edad y se trasladó hasta Cataluña sin acompañamiento, por lo que vivió en un centro tutelado por la Generalitat hasta que alcanzó la mayoría de edad. Cuando cumplió los 18 años “con la finalidad de encontrar un techo donde dormir, acudió a la okupada Casa Cádiz”, recuerda el ministerio público.
Espacio para personas vulnerables
La casa en la que buscó refugio el joven se trataba de un espacio que “albergaba a personas vulnerables y en riesgo de exclusión social” y que estaba regida por un sistema de autogestión y asambleario impulsado por el acusado.
La fiscalía mantiene que la víctima conoció allí a Danciu, que vivía en Casa Cádiz desde hacía tiempo. Por su diferencia de edad, experiencia y liderazgo, se convirtió enseguida en un referente para la víctima, que carecía de cualquier arraigo familiar y social. La fiscalía mantiene que Danciu aprovechó que ambos dormían en la misma habitación para meterse en la cama del joven, pese a que este le expresó que su actitud le incomodaba.
Abusos en dos viajes
En invierno de 2019, durante un viaje a Olot, Danciu y la víctima compartieron habitación. Según el escrito del fiscal, el activista le pidió al joven que se desnudara. Ante la negativa de este “se enfadó y le gritó”. Ante el temor del joven a quedarse sin dinero y sin alojamiento, finalmente accedió a bajarse los pantalones, momento en el que el procesado aprovechó “para masajearle el cuerpo y realizarle una felación” en contra de su voluntad.
Una vez en Barcelona y durante un viaje a Madrid para la presentación de un libro del líder de la casa okupa, el procesado presuntamente continuó acosando al joven y abusando sexualmente de él, según recoge el mismo escrito al que ha tenido acceso este medio. Por este motivo, la víctima decidió presentar una denuncia contra el que fue su mentor en la Casa Cádiz en mayo de 2020. Pocos días después el Juzgado de Instrucción 28 de Barcelona dictó una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con el joven.
Piden 11 años de cárcel
Tras estos hechos, el activista se entregó en una comisaría de los Mossos d’Esquadra, donde quedó detenido. Tras quedar en libertad, el acusado negó cualquier abuso al joven. Sin embargo, la fiscalía pide para él ocho años de prisión por un delito de abuso sexual con penetración y otros tres años por un delito de abuso sexual continuado. Además, solicita que se le imponga una orden de alejamiento de 1.000 metros de la víctima, de su domicilio y de su lugar de trabajo, así como la posibilidad de comunicarse por cualquier vía con ella.