El barrio del Remei de Vic (Barcelona) está cada vez peor. Así lo trasladan los vecinos que llevan toda la vida viviendo en esa zona, cada día "más degradada" por unos okupas "conflictivos" que se han apoderado de ella. "Tenemos miedo", avisan los residentes. Ello ante la pasividad del ayuntamiento de la ciudad, que esconde los datos sobre allanamientos, tal y como denuncia el PP municipal. Su presidente y candidato a la alcaldía en las próximas elecciones, Pau Ferran, pidió las cifras sobre okupaciones el pasado 14 de noviembre, sin éxito. También lo ha intentado este medio con idéntico resultado.
"A nadie se le escapa que las okupaciones son un problema que está afectando tanto a propietarios como a vecinos, que sufren las consecuencias", ha señalado Ferran en declaraciones a Crónica Global. Considera que al equipo de gobierno de Anna Erra (Junts) no le interesa contabilizarlas para "esconder su nefasta gestión y nula voluntad de erradicar" esta lacra. Su inacción demuestra, a su parecer, que "nunca han querido gobernar para todos los ciudadanos de Vic". Entre ellos, los del Remei.
Delincuencia, robos y suciedad
Ese barrio es uno de los más degradados de la ciudad. De hecho, es conocido por algunos como Vic 2. "Es la zona que está peor y donde hay más problemas de delincuencia, robos y suciedad", ha expresado Ferran. Una teoría que confirman también sus propios habitantes, que llegaron a la urbe desde otras partes de España para "vivir tranquilos". "Ahora, compartimos el barrio con okupas", imploran. En una conversación con este medio, lamentan que la zona esté "cada vez peor". Un barrio que, en el fondo, "nunca ha interesado a los gobiernos independentistas". "Es donde vive la gente que no les vota", aseguran. De hecho, en las últimas elecciones autonómicas la formación ganadora fue Ciudadanos.
Antonio es uno de ellos. A sus 63 años, lamenta tener que hacer guardia por las noches para evitar que los okupas entren a uno de los pisos de su edificio. Durante dos años, tres de las viviendas estuvieron allanadas, pero con mucho esfuerzo logró que se fueran. "Tuve muchos problemas, pero lo he conseguido", celebra. Sin embargo, lamenta que tras 40 años viviendo en el inmueble tenga que ser él quien luche contra la delincuencia. No solo tuvo que instalar escuadras en las ventanas para evitar que saltasen, también tuvo que soportar insultos, ruidos y peleas.
"Me llamaban de todo, me insultaban y me amenazaban. Un día, cuando llegué de la calle, había unos 10 o 12 en la puerta. Cogí el teléfono para grabarles para denunciarlo al ayuntamiento y me dijeron que me iban a pegar una patada", relata.
Drogas a 50 metros de su casa
"Lo que estoy viendo ahora no lo había visto nunca", lamenta este hombre, que lleva tiempo reclamando que el consistorio tome las riendas de un problema que le da muchos dolores de cabeza. En este sentido, denuncia que desde hace unas semanas van a "drogarse" a su portal, ya que a 50 metros hay un edificio okupado casi en su totalidad y en el que venden todo tipo de sustancias estupefacientes. Se encuentran, incluso, jeringuillas.
Otro de los vecinos consultados por Crónica Global --que no quiere revelar su nombre-- evidencia el incremento de la inseguridad en el Remei. "Los que vivimos desde hace tiempo vemos cómo ha empeorado. Las tiendas están desapareciendo por la inseguridad y esos locales, que se quedan vacíos, están siendo okupados", explica. También el propietario de un bar sufre las consecuencias: los allanadores se reúnen alrededor, pero le da "miedo" decirles algo por su reacción.
"Me han amenazado con ir contra mi familia"
Lleva 57 años viviendo en el barrio y tampoco se cree el estado en el que está actualmente: "Hay suciedad y la gente tiene miedo". Entre ellos, él, que incluso ha sufrido amenazas por enfrentarse a los delincuentes: "Me han amenazado con ir contra mi familia. Son muy agresivos", agrega.
Por otro lado, las mismas voces critican que la subcomisaría que inauguró el equipo de gobierno en octubre de 2021 "no ha servido para nada". "No vemos más seguridad por el barrio, sino todo lo contrario", avisan. Y los datos también lo muestran: en Vic, los delitos han aumentado este 2022 --de 928 en 2021 a 1.082--. Ello ante una Administración que "da la espalda" a unos residentes que se sienten "dolidos". "Me da pena que hayan destrozado el barrio que me ha visto crecer".
Estos días, la ciudad ha sido noticia por otro tipo de acontecimientos. El pasado 4 de diciembre, un grupo de ultras independentistas descolgó y quemó la bandera española del balcón del consistorio. Es la tercera vez que se produce este hecho en poco más de un año. Los CDR han asumido su autoría.