El titular del Juzgado de Instrucción 23 de Barcelona ha ordenado el ingreso en prisión provisional sin fianza para uno de los detenidos, de nacionalidad irlandesa, por su presunta relación con el asesinato de un hombre alemán, cuyo torso fue hallado en el interior de una maleta en un contenedor de l'Eixample. Los restos humanos aparecieron el pasado martes a la altura del número 91 de la calle Casanova, el edificio en el que vivían la víctima y los dos sospechosos.
El otro detenido, de nacionalidad ucraniana, ha quedado en libertad provisional tras declarar ante el juez. No obstante, el titular le ha impuesto medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del país y tendrá que comparecer en los juzgados cuando sea requerido.
Compañeros de piso
Según ha avanzado La Vanguardia, los dos detenidos habían subarrendado sendas habitaciones al inquilino del piso, el ciudadano alemán asesinado. Por causas que todavía se desconocen, sus compañeros de piso presuntamente acabaron con su vida y se deshicieron de los restos mortales arrojándolos en días diferentes a los contenedores del chaflán en el que se encuentra la vivienda que compartían.
Gracias a las cámaras de seguridad de los locales de la zona los Mossos d'Esquadra descubrieron que la maleta que contenía el torso fue trasladada desde el portal del número 91 hasta el contenedor gris que había enfrente. Durante el registro, efectuado este fin de semana, los agentes hallaron indicios que hacen pensar que acabaron con la vida del hombre en el interior de la vivienda, ubicada en el séptimo piso. En concreto, los investigadoras encontraron restos de sangre.
El macabro hallazgo
Los restos mortales fueron encontrados por una persona que rebuscaba entre la basura en una contenedor en la intersección entre la calle Casanova y la avenida de Roma. En concreto, el hombre encontró una maleta "muy pesada" en el interior de un contenedor gris a la altura del número 91 de la calle Casanova, muy cerca de la calle Aragó, en pleno centro de Barcelona.
Así lo explicó a Crónica Global el empleado de un estanco de la zona al que el chatarrero pidió ayuda después de descubrir macabro hallazgo. "¡Ayuda, amigo, ayuda!", le gritó el hombre asustado. El empleado del estanco acudió al lugar y descubrió que en el interior de la maleta había un torso de un hombre blanco envuelto en una bolsa de plástico. Cuando regresaba corriendo al estanco a por su móvil para llamar a los Mossos d'Esquadra se encontró con una ambulancia del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), que certificó la muerte del hombre y movilizó a la policía autonómica.