Este fin de semana es una fecha señalada para los amantes del esquí, y es que marca el inicio de la temporada de invierno con la apertura al público de Baqueira Beret, la estación más destacada de España. En esta ocasión, el ritmo de reservas está siendo muy alto, incluso mejor que en la excepcional campaña anterior, en palabras de su director y también presidente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Montaña (ACEM), Aureli Bisbe.
Sin embargo, el cambio climático dibuja un futuro incierto para este sector, que tiene un gran peso en el tejido económico y, a su vez, es un elemento relevante de cohesión social, tal como ha reconocido esta semana la secretaria general de Deportes de la Generalitat, Anna Caula.
Un año diferente
Después de un mes de octubre más cálido de lo normal en España (con una anomalía de temperaturas de entre 2,5º y 5º por encima de lo habitual), ha sido con el final de noviembre que Cataluña ha empezado a tener varias entradas de frío. Así lo ha explicado Irene Santa, meteoróloga y física en Eltiempo.es, quien también ha hecho hincapié en que, en este país, la estación más afectada por el cambio climático en los últimos años ha sido el verano, no el invierno.
En el caso de comarcas catalanas como el Vall d’Aran y el Pallars Sobirà (en los terrenos de las cuales se extienden las pistas de Baqueira Beret), el clima en octubre no solo no favoreció que nevara, sino que, además, las precipitaciones hicieron que la nieve estuviera demasiado húmeda como para que su espesor fuera significativo.
No todo es nieve
Expertos como el geógrafo y meteorólogo Roger Solé tampoco dan mensajes esperanzadores. El divulgador en Meteored ha afirmado para este medio que en los próximos años se prevé una prolongación del verano, la estación cálida, hacia los equinoccios. Esto comportará el inicio temprano de este periodo, un solapamiento con la primavera y un inevitable tropezón del otoño. El patrón evidencia una tendencia hacia “un ambiente veraniego de más de siete meses con un invierno suave”, que provocará una alteración en el funcionamiento habitual de las estaciones de esquí.
Con este panorama, en el que se espera una subida de la cota de nieve y en el que será más difícil predecir en qué momentos del año las condiciones para esquiar serán óptimas, las grandes estaciones deberán replantear su actividad y esforzarse en diversificar sus servicios. Si quieren sobrevivir, “han de flexibilizar sus modelos de negocio” y reforzar otro tipo de actividades como el turismo sostenible, las excursiones guiadas o las rutas medioambientales. Y es que “la nieve ya no es un futuro seguro”, cuenta Solé.
Inversiones millonarias en las grandes estaciones
Aun con este escenario a la vista, las dos estaciones de esquí más importantes de los Pirineos, Baqueira Beret (Vall d’Aran) y Grandvalira Resorts (Andorra), han realizado recientemente inversiones millonarias para ampliar y mejorar sus instalaciones. La compañía catalana ha dedicado 17,7 millones de euros a mejoras como el nuevo remonte TSD Dossau, que da acceso a nueve pistas y a 170 kilómetros esquiables. El precio de sus forfaits, sin embargo, se ha visto aumentado en un 7%.
La andorrana Grandvalira, por su parte, ha igualado a su competidora y ha hecho otra enorme inversión de 17,5 millones en sus tres estaciones: Grandvalira, Ordino Arcalís y Pal Arinsal. Muchos de estos recursos se han centrado en aumentar su autoabastecimiento energético, la creación de nuevos cañones de nieve artificial o incluso el desarrollo de drones para controlar el grueso de la nieve.
El reto internacional
En sus respectivas presentaciones, ambos titanes del esquí del Pirineo catalán han insistido en que un desafío importante ahora es atraer, todavía más, al turista internacional y poner en valor las actividades que suelen acompañar a este deporte, relacionadas con el ocio, la gastronomía y las compras (lo que llaman el après-ski). Tal como ha explicado a Crónica Global el CEO de Grandvalira Resorts, Juan Ramón Moreno, su compañía tiene especial interés en llamar la atención del esquiador americano y asiático. Algunas de las estrategias que están llevando a cabo para ello son la organización de eventos deportivos o su acuerdo con IKON Pass, una compañía americana que ofrece un forfait que permite esquiar en diferentes estaciones de esquí del panorama mundial. Por su parte, el director comercial de Baqueira Beret, Xavier Ubeira, declaró estos días que su empresa está realizando acciones para ampliar su cartera de clientes tanto en el mercado británico como en el brasileño.
En esa misma línea, Betim Budzaku, el CEO de Andorra Turisme, ha asegurado a este medio que uno de los principales desafíos para su país en lo que se refiere a la comunicación en este ámbito es el de presentarse como núcleo urbano con una vertiente cultural e histórica relevante. “Estamos hablando de un lugar en el que la ciudad y la estación de esquí pueden estar a tan solo cinco minutos, tenemos que vender esa idea”, afirma.