Fatiga crónica, dolor articular, cefalea, febrícula diaria, taquicardia, pérdida de memoria y afonía. Estos son algunos de los muchos síntomas que Surai Alonso sufre desde hace más de dos años. En marzo de 2020 dio positivo en Covid y, desde entonces, su vida no ha vuelto a ser la misma. Lo que le ocurre tiene nombre y se llama Covid persistente, una enfermedad que afecta ya a más de 17 millones de personas en Europa.
Como ella, se calcula que miles de personas son víctimas de esta condición en Cataluña. Por ahora no tiene cura y aunque afecta a un elevado número de ciudadanos, el colectivo se siente "abandonado y olvidado" por la Administración. Reclaman más investigación al respecto y, sobre todo, más personal especializado en la Atención Primaria. "Necesitamos más profesionales que sepan identificar nuestro problema. Merecemos recibir una atención adecuada", apunta Alonso.
Definida por la OMS
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el Covid persistente se define como aquella condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio, con síntomas que duran al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo.
Aun así, existen muchos médicos que niegan la existencia de esta afección y otros muchos que desconocen cómo diagnosticarla, explica a Crónica Global la portavoz del Colectivo de Afectados y Afectadas Persistentes por el Covid-19, Sílvia Soler. Y es que hoy por hoy tan solo existe una unidad especializada en Cataluña. Fue la primera de España y se encuentra en el Hospital Germans Trias i Pujol --conocido como Can Ruti--.
Extender el conocimiento por el territorio
De hecho, Can Ruti ya ha iniciado un proyecto para formar al personal de la Atención Primaria de la gerencia territorial metropolitana norte, una decisión que el colectivo de afectados celebra, aunque reclama que se extienda también al área metropolitana sur para que los pacientes de la zona puedan ser atendidos "como se merecen", señala Alonso.
Pero quieren ir más allá. "Debería ser posible trasladar el conocimiento de la unidad multidisciplinar que tienen en Can Ruti para tratar el Covid persistente a los CAP de todo el territorio", apunta Soler, que además recuerda que desde el colectivo llevan tiempo luchando para que el Departamento de Salud lleve a cabo un "diagnóstico real" del número de afectados por esta enfermedad. "No tienen interés en contarnos", denuncia.
Más recursos para la investigación
En Can Ruti están preparando el primer ensayo clínico a nivel mundial para tratar el Covid persistente a través de la técnica de la plasmaféresis, que separa el plasma de las células sanguíneas. Desde el propio centro confirman que la lista de voluntarios para participar en el ensayo es "especialmente" larga, ya que están "desesperados" por encontrar una solución a sus dolencias.
"¿Cómo es posible que solo haya un ensayo en marcha cuando en España hay más de un millón de personas que están sufriendo las consecuencias de esta enfermedad?", lamenta Alonso. En este sentido, desde el colectivo reclaman a la Consejería de Salud que ponga más dinero en el asunto, ya que sin investigación "no" se curarán "nunca", concluyen.