Los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil han incautado 51.000 kilos de marihuana en cuatro operaciones antidroga que han llevado a cabo en siete plantaciones del Maresme y en una de Tarragona.
Las acciones han resultado en 20 detenidos. Además de las sustancias estupefacientes, las autoridades han encontrado dos armas de fuego, cuatro de aire comprimido, una arma blanca y material informático vinculado al cultivo y manufactura de la sustancia.
Simulaban ser cultivos de cáñamo
Tal como han explicado los Mossos en un comunicado, los campos se habían hecho pasar por cultivos de cáñamo legales para los que tampoco se tenían permisos administrativos. Afirman que se camuflaban bajo la apariencia de una sociedad mercantil que se situaba entre otras naves con actividad industrial legal.
La operación policial, de nombre Vikin-Alijo Verde, ha constado de cuatro fases que han tenido lugar en zonas de muy difícil acceso. Tras el descubrimiento inicial de 11 toneladas de la sustancia estupefaciente en las dos primeras fases, la policía encontró documentación sobre una sociedad mercantil de la provincia de Tarragona que supuestamente tenía relación con las plantaciones ilegales.
Más de 187.000 plantas de marihuana
La posterior intervención en septiembre de 40.000 plantas y 15 toneladas de cogollos, así como la detención de cinco personas, condujeron, a su vez, al descubrimiento de dos plantaciones más situadas en Cabrera de Mar (Barcelona). Todas ellas actuaban bajo la misma falsa premisa del cultivo de cáñamo.
En total, se han aprehendido más de 51 toneladas de marihuana, que engloban más de 187.000 plantas y 19 toneladas de cogollos presuntamente destinadas su posterior distribución. Los arrestados están acusados de delitos de defraudación de fluido eléctrico y contra la salud pública.