El Bicing de Barcelona no funciona bien y más de 136.000 abonados y 150 trabajadores lo sufren a diario. Así lo ha manifestado este miércoles el sindicato CGT, que ha presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo contra la UTE Pedalem Barcelona por distintas "irregularidades" laborales.
En la denuncia, CGT solicita que se investigue si trabajadores contratados por la UTE Pedalem Barcelona se han cedido de forma "ilegal" teniendo que desplazarse a otras provincias y si se han tenido que realizar, desde Barcelona, trabajos para licitaciones de Vizcaya, Valladolid y Madrid.
Opacidad
Según el sindicato, la empresa no entrega el balance de cuentas al Comité de Empresa e impide conocer la evolución de la compañía. Esto supone, sostienen, "montar una pantalla opaca ante los trabajadores" y perder el control del dinero público, una vez ya en manos de las empresas adjudicatarias de las licitaciones. Recordamos que la licitación era por 10 años y importe superior a los 149.000.000 €, a los que hay que sumar otras cantidades por diferentes conceptos que podían pasar la cifra de los 160.000.000 €.
Mientras, critican los trabajadores, se realizan "campañas de imagen que se hacen entre la empresa, Barcelona de Serveis Municipals (BSM) y el Ayuntamiento" para mostrar la “parte ecológica” del servicio mientras se despreocupan de la realidad de usuarios y trabajadores. Así, sostiene la organización, "el servicio no funciona bien y se da una imagen ficticia, tanto por parte de la empresa, como por el Ayuntamiento".
Falta de bicicletas
Una de las cuestiones que CGT pone sobre la mesa es la cantidad de bicicletas inutilizables que hay en las calles y que la empresa no contabiliza como averiadas. Para ello, explica el sindicato, la UTE Pedalem ha ideado un sistema por el cual hasta que tres usuarios diferentes no detectan la avería, esa bicicleta no consta como inservible, lo que consigue camuflar y maquillar las estadísticas. Tanto es así, que en el mes de julio se llegaron a contabilizar 3000 bicicletas inservibles de un total de 7000.
Esto trae problemas a los usuarios ya que pueden estar utilizando una bicicleta rota y que el sistema no reconoce hasta que ha sido desanclada tres veces, siendo muy peligroso en caso de que la avería sea en los frenos, etc. Además, según los denunciantes, hay 24 mecánicos por 7.000 bicicletas, cuando la subcontrata anterior preveía 24 y 6.000 bicis mecánicas y 300 eléctricas.
Descontrol en la calidad del servicio
También es bochornoso, insiste la CGT, que a los supervisores de BSM, que deben de vigilar que se cumple el contrato con la UTE Pedalem, se les obligue a realizar arreglos en las bicicletas, como apretar frenos, limpiar con una gamuza paradas, etc.
Todo ello, insisten, son obligaciones que BSM debe hacer cumplir a la empresa subcontratada, a la que se le debería exigir que tuviera una plantilla adecuada al crecimiento que ha tenido, tanto por el mayor numero de bicicletas, como por el mayor número de paradas.